Chicos jóvenes que se distraen en modo rotatorio hasta marcar 101 goles al comienzo del segundo tramo del curso. Este podría ser un resumen aproximado tras la exhibición del conjunto de
Hansi Flick ante un
Valencia impotente y desconcertado en
Montjuïc. Pero hay más derivadas para entender la errática trayectoria del
Barça, que se ha dejado demasiados puntos ante equipos como el
Leganés y
Las Palmas que se sitúan en la parte baja de la clasificación. Por el contrario, las victorias contra
Benfica y
Valencia muestran un entusiasmo colectivo entre jóvenes y maduros con el objetivo de ganar independientemente de las genialidades individuales.
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