Jesús Garza: El futuro del súper peso
El peso mexicano enfrenta volatilidad tras políticas proteccionistas en EUA, que afectan el comercio, las inversiones y las remesas.
Desde el triunfo de Donald Trump el pasado noviembre el peso mexicano ha mostrado mucha volatilidad con una clara tendencia a la depreciación. Una política comercial proteccionista por parte de los Estados Unidos ha empeorado el entorno en México repercutiendo sobre las perspectivas de crecimiento y de inversión en el país.
La variable que más ha resentido este efecto ha sido el peso, el cual había observado una apreciación durante los últimos años, como consecuencia de las ventajas que ofrecía el país debido al TMEC, el famoso nearshoring.
Esta semana el gobierno estadounidense afirmó que aplicará aranceles a México y Canadá. Inmediatamente el peso sufrió una depreciación importante y es probable que dicha tendencia continúe en el futuro. Las políticas comerciales y económicas en EUA provocarán una disminución en el comercio entre ambos países reduciendo los ingresos por menores exportaciones netas.
Adicionalmente, se espera un menor flujo de inversiones extranjeras por la disminución de los beneficios del TMEC. Algunas empresas estadounidenses han comentado que podrían reasignar ciertos procesos productivos de México hacia EUA. Asimismo, algunas propuestas de impuestos especiales a las transferencias transfronterizas podrán mermar el envío de remesas hacia México aunado al proceso de deportaciones masivas en ese país.
Asimismo, algunas políticas domésticas también pueden perjudicar el panorama para el peso. Las finanzas públicas están presionadas ante un escenario de menores ingresos a raíz de una tasa de crecimiento económico menor al esperado. Además, la creciente inseguridad en el país podría perjudicar los ingresos del sector turismo. Recordemos que las exportaciones netas, la inversión extranjera directa y el turismo son los principales factores que abonan al ingreso de divisas en México.
Así, es muy probable que el peso se desvalorice en el corto plazo. Será muy importante que el gobierno federal se aprete el cinturón y estabilice las finanzas públicas. El remanente del Banco de México es bienvenido, pero no es suficiente para cubrir el déficit fiscal que se duplicó en 2024.
Aún y con un entorno externo desfavorable el gobierno federal debe priorizar la inversión que promueva incrementos en la productividad para fortalecer a la economía en el mediano plazo.
Sin embargo, el corto plazo muestra un peso que perderá valor conforme se consoliden las políticas comerciales en EUA. Una renegociación entre ambas naciones sería lo ideal. Esperemos que ambas naciones puedan llegar a un acuerdo para fortalecer el intercambio comercial en la región.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y CEO de Miri Capital LLC. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.