La madre de Matthew McConaughey revela sus tres bodas con el mismo hombre y su relación con su hijo
A sus 93 años, Kay McConaughey ha dado una entrevista en la que ha repasado su vida.
A la hora de hablar de la vida de Matthew McConaughey es imposible no centrarse en la peculiar historia, basada por supuesto en una fuerte personalidad, de su madre, Kay McConaughey. Porque ella ha sido a la vez un pilar fundamental y uno de los mayores quebraderos de cabeza del ganador del Oscar por Dallas Buyers Club. De hecho, estuvieron casi una década sin hablarse y, por si fuera poco, también es una mujer que se casó tres veces y se divorció dos veces de su marido. Y todo ello con una máxima que es la de intentar no estresarse por nada.
Recuerdan desde la revista ¡Hola! que, cuando salieron a la luz, las memorias del intérprete de Interstellar, True Detective o Mud, tituladas Greenlights y que llegaron a España en la primavera de 2021, muchos de sus seguidores se sorprendieron comprensiblemente por cómo Matthew relataba cómo había sido la relación de sus padres, tanto entre ellos como con él. Uno de los pasajes más recordados es cuando, al rememorar las continuas discusiones y peleas que tenían, Kay llegó a agredir a su padre con un cuchillo.
Sin embargo, en las palabras del actor lo que se transmitía era una extraña y tóxica forma de amor mutuo que, como él mismo puntualizaría en una entrevista de promoción, "formaba parte de la belleza" de aquel núcleo en el que se crio. Ahora, sin embargo, le ha llegado el turno de explicarse, a sus 93 años, a Kay, que ha concedido una entrevista al medio texano —de donde es la familia—, Austin Lifestyle.
Mary Kathleen McCabe, su nombre completo, fue profesora de infantil y conoció a su futuro esposo, James Donald McConaughey, al que todos llamaban cariñosamente Jim —falleció en 1992—, en la universidad. Él, jugador profesional de fútbol americano, no estaba seguro de su vínculo con Kay y ella, por su parte, también tenía sus propios sueños, como el de ser modelo. De esta época, de hecho, es cuando Kay conoció al padre de otro famoso actor, Woody Harrelson, uno de los mejores amigos de Matthew en Hollywood, y que dejó caer la teoría de que en realidad son hermanos.
Para su carrera en el modelaje Kay había de trasladarse a Nueva York, así que le dio un ultimátum a Jim: le envió una invitación a su propia boda y le recalcó que, o se presentaba, o su historia de amor acababa allí mismo, pues ella se iba a La Gran Manzana. Y fue, aunque no quería ni estaba convencido. "Tuve tres bodas. Una en la iglesia presbiteriana, otra en la iglesia católica y otra en la iglesia metodista. No mucha gente puede decir eso", ha explicado Kay, que entre medias se divorció dos veces de Jim.
De hecho, su relación tan volátil y dada a los altibajos provocó que el segundo embarazo de Kay, 15 años después de que diesen la bienvenida a su primogénito, Michael —al que llaman Rooster— y de que hubiesen adoptado a otro, Pat, les pillase por sorpresa y con Jim dudando de la paternidad de Matthew. "Es más, fue tal el shock que fue un amigo quien me llevó al hospital para que Matthew naciera. Jim me dijo: 'Bueno, es que no sé si es mi hijo'. Y yo le contesté: 'Vale, pues no vengas a ver si es tu hijo'. Pero sí vino. Decidió llegarse a ver al bebé, y le dije: '¿Qué te parece?'. Y ya se acercó. A ver, ¿de quién más podía ser el bebé?", ha contado.
Y aunque jamás se casó, a quien considera el gran amor de su vida y su media naranja fue a C.J. Carlig, un promotor inmobiliario al que conoció tras enviudar de Jim y con quien estuvo hasta 2017, cuando falleció debido a una leucemia. Ella, sin embargo, sigue completamente activa, practicando pilates cuatro veces por semana, de ahí que tenga una flexibilidad y una vitalidad asombrosas para su edad. "Creo que se debe en gran medida a mi actitud positiva. Y a que como bien y sano. Y a que hago ejercicio", ha explicado.
Desde la publicación, de hecho, resaltan su figura esbelta y su melena rubia. Pero, en su interior, Kay se lo achaca sobre todo a su filosofía de vida: alejarse de todo aquello que pueda producirle estrés. "No tengo por qué arreglarlo todo. Y, para mí, [aprender] eso me ha venido fenomenal", ha dicho. Porque además sí ha vivido situaciones muy tensas.
Su relación con Matthew
Curiosamente, una de las etapas más difíciles, aunque ella haya afirmado ahora que ha disfrutado la fama incluso más que su hijo pequeño, fue precisamente debido al rápido estatus que ganó Matthew al comienzo de su carrera en la industria hollywoodiense a tenor de sus papeles en comedias románticas. A partir de 1996, ambos dejaron de hablarse después de que el actor descubriese que ella estaba filtrando secretos íntimos de su vida privada a sus espaldas. O incluso que, al llamar a su casa, el teléfono lo cogían chicas jóvenes que eran sus fans y que su madre invitaba a la casa, revelando su habitación de adolescente y detalles de su vida.
El propio actor lo reveló en 2021, así como que todo estalló cuando su madre dejó que entrasen las cámaras de un programa del corazón, Hard Copy, en su propio cuarto. Matthew llamó a su madre inmediatamente y escuchó de fondo cómo estaban grabando en directo. El actor, enfurecido al ver cómo su madre contaba historias privadas, recibió la peor contestación posible de Kay: "No pensé que fueras a darte cuenta". Y el cabreo le duró varios años, hasta el punto de temer hablar con ella por si lo filtraba a la prensa.
Todo cambió cuando Matthew ya tuvo bajo control lo que quería contarle o no a los medios gracias a su estatus de estrella. Fue así como Kay pudo hacer las paces con él en 2004, conociendo más tarde a su futura nuera, la modelo brasileña Camila Alves, y viendo nacer y crecer a los tres hijos del matrimonio: Levi, Vida y Livingston.