El dilema aparentemente irresoluble del petróleo: la OPEP+ quiere producir mucho más sin hundir los precios
El año ha comenzado con muchos altibajos para el mercado del crudo. A ello se suman las tensiones comerciales globales, la llegada de Trump y la incertidumbre sobre la demanda en China. Este complejo panorama ha impulsado a la OPEP+ a tomar una seria decisión. En corto. La OPEP+ ha decidido poner en marcha la retirada de los recortes de producción que ha mantenido desde 2022. Esta estrategia gradual comenzará a implementarse en abril para aumentar la producción petrolera. Esta situación, que se prolongará hasta septiembre de 2026, provocará un cambio en el equilibrio entre oferta y demanda, con potenciales efectos en los precios del crudo. En Xataka Putin ha contado a todas las empresas petrolíferas de Rusia y ha llegado a una conclusión: fusionadas funcionarían mejor En profundidad. La razón detrás de esta decisión por parte de la organización es doble. Por un lado, los países miembros de la OPEP+ están buscando recuperar la cuota de mercado que han perdido durante los años de recortes, en que el organismo se mantuvo por debajo del 30% de participación mundial. Por otro lado, la apertura de la producción estabilizaría los precios del crudo. El incremento gradual. El acuerdo establecido por la organización de países exportadores de petróleo ha fijado aumentar mensualmente la producción del crudo en 138.000 barriles por día de los países voluntarios. Este incremento se centrará principalmente en los recortes voluntarios, que constituyen una parte importante de la producción restringida. Además, los Emiratos Árabes Unidos, uno de los miembros del grupo, comenzarán a aumentar su producción tras solicitar una mayor cuota dentro del acuerdo. Los problemas. Manejar el exceso de petróleo cuando la demanda cada es menor es uno de los principales retos de la OPEP+. Si la oferta sigue creciendo a este ritmo, los precios no podrán sostenerse por más tiempo y caerán. Esta situación, que se da en un contexto de una probable crisis mundial, acrecienta la presión sobre el organismo del crudo para que ajusten su estrategia y no agraven la sobreoferta. Por otro lado, la OPEP+ dejará de supervisar la producción de petróleo con la Agencia Internacional de Energía. Esta decisión ha provocado la incertidumbre en los mercados, ya que la AIE es considerada una de las principales fuentes de referencia a nivel global. La llegada de Trump. Las políticas del presidente estadounidense se han centrado en incentivar la producción interna, como la desregulación energética y el impulso al fracking. Estas nuevas medidas provocarán que sus proyectos petroleros y gasísticos puedan resultar más atractivos, aumentando la oferta global de crudo y ejerciendo más presión sobre los precios. Todo ello, desembocará en un desafío para las decisiones estratégicas de la OPEP+. Además, Trump ha exigido al organismo petrolero que baje los precios del crudo, argumentando que eso podría ayudar a poner fin a la guerra en Ucrania. La desaceleración de China. El mayor importador de petróleo está sufriendo una desaceleración económica. Esta situación tiene muchas aristas y tiene un impacto muy profundo en la demanda global del crudo. Por un lado, existe un efecto indirecto en otras economías emergentes que dependen de China como su principal socio comercial. Por otro lado, la OPEP+ podría verse forzada a reconsiderar sus decisiones de aumento gradual de la producción. De no ajustarse a las nuevas condiciones del mercado, los precios podrían caer aún más y la organización podría enfrentarse a una situación más compleja, con menos margen para maniobrar. Previsiones. Más bien, incertidumbre. Por un lado, si la OPEP+ sigue adelante con su estrategia de aumentos graduales de la producción, observaremos si la demanda global será capaz de absorber esta oferta sin que los precios caigan de forma abrupta. Por otro lado, las presiones de actores externos como Estados Unidos habrá que tenerlas en cuenta porque también seguirán en la línea de seguir extrayendo. En definitiva, la política de la OPEP+ podría evitar una caída abrupta de los precios si la demanda se mantiene estable. Sin embargo, todo puede pasar. Imagen | Unsplash Xataka | Ucrania no tiene mucho que ganar en un acuerdo de paz con Rusia. Excepto si sacar a relucir sus reservas de tierras raras - La noticia El dilema aparentemente irresoluble del petróleo: la OPEP+ quiere producir mucho más sin hundir los precios fue publicada originalmente en Xataka por Alba Otero .
El año ha comenzado con muchos altibajos para el mercado del crudo. A ello se suman las tensiones comerciales globales, la llegada de Trump y la incertidumbre sobre la demanda en China. Este complejo panorama ha impulsado a la OPEP+ a tomar una seria decisión.
En corto. La OPEP+ ha decidido poner en marcha la retirada de los recortes de producción que ha mantenido desde 2022. Esta estrategia gradual comenzará a implementarse en abril para aumentar la producción petrolera. Esta situación, que se prolongará hasta septiembre de 2026, provocará un cambio en el equilibrio entre oferta y demanda, con potenciales efectos en los precios del crudo.
En profundidad. La razón detrás de esta decisión por parte de la organización es doble. Por un lado, los países miembros de la OPEP+ están buscando recuperar la cuota de mercado que han perdido durante los años de recortes, en que el organismo se mantuvo por debajo del 30% de participación mundial. Por otro lado, la apertura de la producción estabilizaría los precios del crudo.
El incremento gradual. El acuerdo establecido por la organización de países exportadores de petróleo ha fijado aumentar mensualmente la producción del crudo en 138.000 barriles por día de los países voluntarios. Este incremento se centrará principalmente en los recortes voluntarios, que constituyen una parte importante de la producción restringida. Además, los Emiratos Árabes Unidos, uno de los miembros del grupo, comenzarán a aumentar su producción tras solicitar una mayor cuota dentro del acuerdo.
Los problemas. Manejar el exceso de petróleo cuando la demanda cada es menor es uno de los principales retos de la OPEP+. Si la oferta sigue creciendo a este ritmo, los precios no podrán sostenerse por más tiempo y caerán. Esta situación, que se da en un contexto de una probable crisis mundial, acrecienta la presión sobre el organismo del crudo para que ajusten su estrategia y no agraven la sobreoferta.
Por otro lado, la OPEP+ dejará de supervisar la producción de petróleo con la Agencia Internacional de Energía. Esta decisión ha provocado la incertidumbre en los mercados, ya que la AIE es considerada una de las principales fuentes de referencia a nivel global.
La llegada de Trump. Las políticas del presidente estadounidense se han centrado en incentivar la producción interna, como la desregulación energética y el impulso al fracking. Estas nuevas medidas provocarán que sus proyectos petroleros y gasísticos puedan resultar más atractivos, aumentando la oferta global de crudo y ejerciendo más presión sobre los precios. Todo ello, desembocará en un desafío para las decisiones estratégicas de la OPEP+.
Además, Trump ha exigido al organismo petrolero que baje los precios del crudo, argumentando que eso podría ayudar a poner fin a la guerra en Ucrania.
La desaceleración de China. El mayor importador de petróleo está sufriendo una desaceleración económica. Esta situación tiene muchas aristas y tiene un impacto muy profundo en la demanda global del crudo. Por un lado, existe un efecto indirecto en otras economías emergentes que dependen de China como su principal socio comercial. Por otro lado, la OPEP+ podría verse forzada a reconsiderar sus decisiones de aumento gradual de la producción. De no ajustarse a las nuevas condiciones del mercado, los precios podrían caer aún más y la organización podría enfrentarse a una situación más compleja, con menos margen para maniobrar.
Previsiones. Más bien, incertidumbre. Por un lado, si la OPEP+ sigue adelante con su estrategia de aumentos graduales de la producción, observaremos si la demanda global será capaz de absorber esta oferta sin que los precios caigan de forma abrupta. Por otro lado, las presiones de actores externos como Estados Unidos habrá que tenerlas en cuenta porque también seguirán en la línea de seguir extrayendo. En definitiva, la política de la OPEP+ podría evitar una caída abrupta de los precios si la demanda se mantiene estable. Sin embargo, todo puede pasar.
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