Gunter necesita un hogar: "Aunque no vuelva a andar nunca, tendrá la oportunidad de ser feliz"

Con tan solo dos años de edad, Gunter fue abandonado en una carretera de Murcia, tras ser atropellado. Amanda, responsable de la protectora APA Ayuda Animales, cuenta que la primera valoración veterinaria que recibió apuntaba a que este pequeño no iba a poder andar nunca más con las cuatro patas y, por tanto, a que no iba a tener calidad de vida y recomendaba la eutanasia del animal.

Sin embargo, Amanda no se rindió y convenció a la protectora que lo recogió, gracias al ejemplo de otros perros con paraplejia que han cuidado, de no dormir a Gunter y de quedárselo ella. Así llegó el pequeño a Madrid, en busca de una segunda oportunidad.

Gunter llegó con terror, muerto de miedo y dolor y tuvo que pasar el chequeo veterinario acompañado de muchos mimos hasta que logró relajarse un poco. "Le pusieron medicación y le dieron de comer, el pobre estaba muerto de hambre", relata Amanda en redes sociales.

"A pesar del miedo, le pudieron pesar, sacarle sangre para la analítica y un TAC", agrega. "Tenía anemia por el gran hematoma que presentaba en el abdomen y algunos valores alterados por el golpe. Además, vieron algunas fracturas en dos vértebras, tres en la cadera derecha y que el fémur estaba fuera de su sitio".

Busca una acogida o familia en Madrid

Con ese diagnóstico, era necesario operarle la columna para estabilizarla y que pueda vivir sin dolor. "A pesar del alto coste de la operación, estuvimos unos días recaudando el dinero gracias a donaciones y pudimos operarle el día de Nochevieja", cuenta Amanda. "Todo salió bien, así que los siguientes días a la intervención fueron de recuperación".

"Aunque no vuelva a andar nunca, al menos tendrá la oportunidad de ser feliz", defiende la responsable de la protectora encargada de Gunter. "Ahora buscamos una acogida o adopción en Madrid que pueda ir a la clínica para que pueda recibir sus sesiones de magnetoterapia, que ayuda a cicatrizar más rápido todo".

Además, si todo va bien y consigue recuperar sensibilidad (aunque es poco probable), se tendrá que operar de ambas patas y cadera. "Pero de momento solo necesita amor y tranquilidad durante varias semanas", añade Amanda.

Desde la protectora están agobiados y preocupados por Gunter, que se ha vuelto completamente invisible y que vive en el hospital hasta que encuentra una acogida o familia definitiva, lo cual también les conlleva un gasto. Por ello, piden ayuda para mantener al peludo bajo los buenos cuidados del hospital veterinario y difusión para dar con esa familia que le de una oportunidad. Los interesados pueden contactar con la asociación desde su cuenta de Instagram.