Jesús Sánchez (CRIS) y los avances del cáncer: “Si lo curamos en cada titular, promovemos frustración y pseudoterapias”
España es puntera en ensayos innovadores contra el cáncer a nivel mundial. Pero los avances clínicos son más lentos de lo que esperan las familias.
El doctor Jesús Sánchez Ruiz es un biólogo molecular que ha metido al cáncer entre viñetas. Como en Érase una vez el cuerpo humano, ha puesto rostro a linfocitos soldados, células impostoras, genes traspapelados… y a investigadores. De su lápiz han nacido personajes como Super J, mitad médico, mitad héroe en lucha contra los bulos y los interrogantes en torno a esta enfermedad. Sánchez es el director de proyectos científicos de Cancer Research & Innovation in Science (CRIS) contra el Cáncer. Su labor, estar al día de lo último en avances contra el cáncer y contarlos.
Seguramente, como en cada efeméride, durante el Día Mundial del Cáncer escucharemos una miríada de estadísticas, avances de ensayos y terapias prometedoras. Pero él no pierde de vista que el cáncer es un villano de múltiples caras. Y al dibujo completo aún le faltan trazos.
- PREGUNTA. Constantemente estamos dando noticias sobre avances contra el cáncer. Pero luego, pacientes y familias se encuentran con una carrera de obstáculos que no siempre termina bien. ¿Estamos contando mal el cáncer?
- RESPUESTA. Los pacientes manifiestan frustración al leer titulares de prensa sobre avances en investigación contra el cáncer que no llegan a ellos. Es clave implicar a los pacientes en la comunicación. Muchos investigadores, especialmente los clínicos, ya tienen contacto con pacientes. Es importante hablar de los avances, pero sin crear falsas expectativas. Algunos tipos de cáncer han duplicado su supervivencia en los últimos diez años, pero aún se percibe a veces que seguimos como antes, y no. Hay que ser cuidadosos con los titulares, porque si en cada titular “curamos el cáncer”, los pacientes se frustran y eso genera desapego con la ciencia y la medicina. Además, esto puede empujar a algunos pacientes hacia pseudoterapias que prometen curaciones milagrosas sin base científica.
- P. ¿Cuánto se ha acortado la distancia entre un titular sobre un ensayo exitoso y la realidad de un paciente recién diagnosticado?
- R. Se ha avanzado, pero sigue existiendo un desfase. La burocracia, la necesidad de validar cada paso y la financiación influyen. Lo que parece inminente en titulares puede tardar años en llegar a los pacientes. La comunicación debe ser transparente y explicar en qué fase se encuentra cada avance contra el cáncer. Por ejemplo, si se está probando en modelos animales (ratones, etc.).
- P. En los últimos años, se ha puesto el foco en la prevención, en el peso que tiene el estilo de vida a la hora de evitar tumores. Pero hay un porcentaje notable de pacientes que sienten que lo habían hecho todo bien hasta su diagnóstico. ¿No estaremos abonando culpas y frustraciones con un mal manejo de este relato?
- R. Sí, esto ocurre. Por ejemplo, una persona deportista, con hábitos saludables, puede desarrollar un linfoma a los 30 años y se muere. Es un caso real de mi profesor de deporte. Esto genera la sensación de que no puedes hacer nada. Pero tener hábitos saludables reduce el riesgo (y de manera notable), pero no lo elimina. Hay factores intrínsecos y extrínsecos que no podemos controlar: factores genéticos o, por ejemplo, la polución de las ciudades.
[El misterio del creciente cáncer en jóvenes que no afecta (por ahora) a España]
Aunque no me guste del todo la analogía, el cáncer es una lotería que jugamos todos. Nuestro estilo de vida nos hace comprar o no más boletos. Y a medida que envejecemos, el riesgo aumenta. [España –país envejecido–, lo nota]. Está muy bien ser seres pluricelulares, pero también tiene esta desventaja. El riesgo lo tenemos por el simple hecho de vivir.
blockquote {font-style:normal; font-weight:300; padding-top:0px;} h2 {padding-top:20px; font-size:125%;} p {font-size:95%;} figure {margin:10px;}La década prodigiosa de la inmunoterapia
Desde hace algo más de una década, la inmunoterapia se considera el terreno más prometedor en el campo de la lucha contra el cáncer. La técnica consiste en estimular al propio sistema inmunitario del paciente (su policía-patrulla particular para que cace y liquide al tumor. Como explicaba a Newtral.es el investigador Miguel Reina Campos (La Jolla Institute for Immunology, EE.UU.), hoy se emplea con éxito en algunos tumores, pero con bastantes limitaciones en otros, y siempre combinada con otros abordajes, como la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia.
La última década ha visto nacer una inmunoterapia muy concreta y que ha traído “muchas satisfacciones” –señala Sánchez– en los avances contra el cáncer en la infancia: la técnica CAR-T. Las células tumorales se esconden muy bien de esas patrullas de policía del organismo, llamadas células T. Así que hay terapias por las que se extraen células T del paciente y se las modifica genéticamente para equiparlas con una herramienta extra para cazar a las malignas. Sería como dotar a una patrulla de una cámara infrarroja y un gancho que atrapa criminales.
> Inmunoterapia, en un cómic de Sánchez
En esta década, ¿cómo han envejecido sus promesas?
La inmunoterapia “ha cambiado la manera de tratar muchos tumores, como de pulmón, melanoma, vejiga y riñón. Ha supuesto una auténtica revolución, especialmente en pacientes con enfermedad extendida. Sin embargo, no es una panacea. No todos responden y todavía no entendemos bien por qué”. La inmunoterapia está “en plena adolescencia, no ha llegado a la madurez. Hay mucha investigación en curso para entender a qué pacientes les va a beneficiar y cómo mejorar su eficacia”. Y ahí es donde entran los big data genéticos y una combinación de inteligencia artificial y humana.
Siguiete paso: terapias dirigidas
Desde la SEOM, el doctor César A. Rodríguez apunta que la medicina de precisión y personalizada (como la de la inmunoterapia), junto con las terapias dirigidas, ha contribuido a la mejoría en la supervivencia del cáncer. En las últimas cuatro décadas, se ha duplicado la supervivencia ante los tumores. Pero con disparidad, según el tipo concreto. El cáncer son muchas enfermedades. Y cada malignidad es única en cada paciente.
“Estamos trabajando en terapias dirigidas, que atacan puntos débiles muy específicos de los tumores. También, la combinación de radioterapia e inmunoterapia, que pueden potenciar la respuesta del sistema inmune. No creo que haya una terapia universal que sustituya a todas las demás, sí en una combinación de tratamientos personalizados para cada paciente”, conforme a su perfil genético, de salud, ambiente tumoral en su organismo, etc.
- P. Las vacunas de ARNm (tecnología de las principales vacunas anticovid) han mostrado resultados esperanzadores en melanoma y páncreas. ¿Tiene sentido pensar en una futura vacuna universal contra el cáncer?
- R. ARNm es una plataforma muy flexible y rápida de desarrollar. También estamos apoyando un ensayo clínico con una vacuna para prevenir recaídas de cáncer de pulmón en fumadores. Sin embargo, una vacuna universal es complicada. Pero sí que lo más probable es que tengamos varias vacunas para prevenir los tumores más peligrosos o frecuentes. La clave está en la personalización del riesgo y el tratamiento, integrando datos biológicos, hábitos y estilo de vida del paciente.
- P. EEUU sigue siendo el líder en investigación oncológica, pero ¿el contexto político podría afectar a su papel?
- R. Sin entrar en política, cualquier recorte en ciencia y sanidad impactaría a nivel global, porque EEUU es un motor en investigación. Luego hay de otro tipo de cuestiones, como el no acceso universal a la sanidad, que evidentemente va a estar asociado a un mayor riesgo.
Sin embargo, Europa (y España) también juegan un papel clave en el desarrollo de nuevas terapias. La financiación pública y el apoyo a la investigación son esenciales para seguir avanzando en tratamientos más efectivos y accesibles. No podemos depender de un solo país para el desarrollo de la oncología.
- P. ¿Es España un ‘buen’ sitio donde nacer si se tiene la desgracia de desarrollar un cáncer?
“Ir a Houston a tratar un cáncer complicado es cosa del pasado. España es de los países donde más ensayos innovadores se hacen
”
- R: Absolutamente. No estamos por detrás de otros países. [Hay que] combatir la idea de que si tengo un cáncer, me tengo que ir a Houston y este tipo de cosas. Muchas de las terapias que se están ensayando allí, también se están ensayando aquí. España es uno de los sitios donde más ensayos clínicos se hacen en el mundo en terapias innovadoras. A eso súmale la Seguridad Social y el acceso universal a la sanidad y sus profesionales.
Tenemos algunos de los líderes mundiales en muchos tipos de cáncer desarrollando aquí su carrera. Están participando en algunos de los ensayos más importantes que luego dan lugar a la aprobación de terapias. Por ejemplo, el doctor Joaquín Martínez (Hospital 12 de Octubre de Madrid), es un referente mundial en el tratamiento de tumores de la sangre tipo múltiple, y ha participado en el desarrollo clínico de terapias CAR-T que hoy ya se están dando a pacientes gracias a la presión para su aprobación por CRIS contra el Cáncer.