La ciencia explica la mejor forma de sonarse la nariz: un error común puede perjudicar tu salud

Un estudio revela que aplicar demasiada presión al sonarse puede empujar el moco hacia los senos paranasales, favoreciendo infecciones y agravando la congestión Cuando bajan las temperaturas, la nariz se lleva la peor parte. Congestionada, enrojecida y con la piel irritada, se convierte en una fuente constante de molestias. Cada estornudo y cada pañuelo gastado son pruebas fehacientes de que el resfriado no da tregua. Lo curioso es que, en la batalla contra la mucosidad, muchas veces lo que parece una simple costumbre como sonarse los mocos puede estar haciéndonos más daño que bien. Eliminar la mucosidad puede ser una tarea más delicada de lo que parece, y hacerlo de manera incorrecta puede empeorar la situación. Sonarse bien o sufrir después: cuestión de presión Un estudio de la Universidad de Virginia, publicado en Clinical Infectious Diseases, ha analizado el impacto que tiene la forma en la que nos sonamos la nariz en la salud nasal. Sus hallazgos indican que ejercer demasiada presión al expulsar el aire no solo puede empeorar los síntomas de un resfriado, sino que también puede ocasionar problemas adicionales. Un pequeño cambio en la forma de hacerlo puede marcar la diferencia entre aliviar los síntomas o empeorar la situación Según sus datos, un solo sonado puede generar una presión intranasal de 66 mmHg, lo que facilita el desplazamiento del moco hacia los senos paranasales. Tal y como señala la investigación: “Un solo sonado de nariz puede propulsar el líquido viscoso hacia el meato medio, lo que puede contribuir a la obstrucción y posiblemente a infecciones sinusales”. El mecanismo es sencillo: al aplicar demasiada fuerza, el aire y las secreciones no salen completamente al exterior, sino que una parte de ellas puede ser empujada hacia zonas donde no debería estar. Como consecuencia, pueden generarse infecciones en los senos paranasales, aumentar la inflamación e incluso provocar molestias en los oídos. De hecho, expertos de la Rush University advierten que este exceso de presión puede afectar las trompas de Eustaquio, derivando en molestias auditivas. Al aplicar demasiada fuerza, el aire y las secreciones no salen completamente al exterior Pero los riesgos no terminan ahí. Si la nariz está seca o irritada, el esfuerzo al sonarse puede dañar los capilares y provocar sangrados. En casos extremos, aunque son poco frecuentes, la presión puede incluso afectar la estructura ósea de la cara. Según documentan algunos informes médicos, ha habido personas que han sufrido pequeñas fracturas en la cavidad ocular tras aplicar demasiada fuerza al expulsar el aire. Los pañuelos de calidad, la mejor inversión para la nariz Por otro lado, no todos los pañuelos ofrecen el mismo nivel de protección. Aunque parecen un producto simple, su composición está diseñada para absorber y retener la humedad de forma eficiente. Los modelos más avanzados in

Ene 29, 2025 - 15:12
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La ciencia explica la mejor forma de sonarse la nariz: un error común puede perjudicar tu salud

La ciencia explica la mejor forma de sonarse la nariz: un error común puede perjudicar tu salud

Un estudio revela que aplicar demasiada presión al sonarse puede empujar el moco hacia los senos paranasales, favoreciendo infecciones y agravando la congestión

Cuando bajan las temperaturas, la nariz se lleva la peor parte. Congestionada, enrojecida y con la piel irritada, se convierte en una fuente constante de molestias. Cada estornudo y cada pañuelo gastado son pruebas fehacientes de que el resfriado no da tregua.

Lo curioso es que, en la batalla contra la mucosidad, muchas veces lo que parece una simple costumbre como sonarse los mocos puede estar haciéndonos más daño que bien. Eliminar la mucosidad puede ser una tarea más delicada de lo que parece, y hacerlo de manera incorrecta puede empeorar la situación.

Sonarse bien o sufrir después: cuestión de presión

Un estudio de la Universidad de Virginia, publicado en Clinical Infectious Diseases, ha analizado el impacto que tiene la forma en la que nos sonamos la nariz en la salud nasal. Sus hallazgos indican que ejercer demasiada presión al expulsar el aire no solo puede empeorar los síntomas de un resfriado, sino que también puede ocasionar problemas adicionales.

Un pequeño cambio en la forma de hacerlo puede marcar la diferencia entre aliviar los síntomas o empeorar la situación

Según sus datos, un solo sonado puede generar una presión intranasal de 66 mmHg, lo que facilita el desplazamiento del moco hacia los senos paranasales. Tal y como señala la investigación: “Un solo sonado de nariz puede propulsar el líquido viscoso hacia el meato medio, lo que puede contribuir a la obstrucción y posiblemente a infecciones sinusales”.

El mecanismo es sencillo: al aplicar demasiada fuerza, el aire y las secreciones no salen completamente al exterior, sino que una parte de ellas puede ser empujada hacia zonas donde no debería estar. Como consecuencia, pueden generarse infecciones en los senos paranasales, aumentar la inflamación e incluso provocar molestias en los oídos. De hecho, expertos de la Rush University advierten que este exceso de presión puede afectar las trompas de Eustaquio, derivando en molestias auditivas.

Al aplicar demasiada fuerza, el aire y las secreciones no salen completamente al exterior

Pero los riesgos no terminan ahí. Si la nariz está seca o irritada, el esfuerzo al sonarse puede dañar los capilares y provocar sangrados. En casos extremos, aunque son poco frecuentes, la presión puede incluso afectar la estructura ósea de la cara. Según documentan algunos informes médicos, ha habido personas que han sufrido pequeñas fracturas en la cavidad ocular tras aplicar demasiada fuerza al expulsar el aire.

Los pañuelos de calidad, la mejor inversión para la nariz

Por otro lado, no todos los pañuelos ofrecen el mismo nivel de protección. Aunque parecen un producto simple, su composición está diseñada para absorber y retener la humedad de forma eficiente. Los modelos más avanzados incluyen lociones con ingredientes como aloe vera o vitamina E, que ayudan a reducir la fricción y evitar la irritación de la piel. También existen opciones con múltiples capas, capaces de bloquear la humedad y evitar que el moco traspase el papel.

En cambio, los pañuelos de tela, aunque son reutilizables, pueden convertirse en un foco de bacterias si no se lavan adecuadamente - y no siempre se lavan tanto como se debería -. A pesar de ser una opción más ecológica, su menor capacidad de absorción y la acumulación de gérmenes pueden hacer que no sean la mejor alternativa en plena temporada de resfriados.

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