Myke Babylon: Yongüein’s Massacre

Idioma original: EspañolAño de publicación: 2025Valoración: Recomendable (para raritos)¡Qué divertida me ha parecido Yongüein’s Massacre, de Myke Babylon! A fin de cuentas, esta novela corta recuerda a una de esas películas de terror de serie B que tanto me gustan. En primer lugar, porque tiene un asesino gigantesco, una pandilla de jóvenes que devendrán sus víctimas, muertes hilarantes (pienso, por ejemplo, en la del cazador del tercer capítulo), sangre a raudales, sexo gratuito y un final abierto que anticipa una secuela. Pero, sobre todo, porque está claro que, al igual que sucede con muchas cintas de género baratas, los implicados en ella (desde el escritor hasta el ilustrador) se lo han pasado de puta madre creándola.Trata sobre unos chavales que van de gangstas y deben enfrentarse a un monstruo enorme que acecha la Sierra de Gredos, sorbe los sesos de sus presas y está dispuesto a usar su falo descomunal a la mínima.Además de a una película de terror barato, Yongüein’s Massacre también recuerda (y mucho) a Bighead de Edward Lee, clásico de la literatura "splatterpunk" donde los haya. No sólo en su planteamiento argumental y estilístico, en su humor negro, en su ambientación rural o en su villano, sino que incluso en la estética de ciertas escenas o en ideas muy concretas. Y aunque normalmente no hay que comparar dos obras de arte, por más que una haya podido influenciar a la otra, creo que en este caso está justificado, porque el homenaje de Babylon es tan evidente como desacomplejado. Así pues, diría que Yongüein’s Massacre es un calco de Bighead que no llega al nivel de salvajismo, "gore", escatología, truculencia y desmadre del original (si bien quiero aclarar que no escatima en ninguno de estos apartados). Pero, en cambio, es, aún dentro de lo excesivo y trasnochado, una ficción mucho más centrada y focalizada que la novela de Lee, cosa a mi juicio muy positiva. Sea como fuere, recomiendo a los amantes de la literatura gamberra, el terror depravado y el mal gusto experimentar ambas versiones, pues resultan perfectamente complementarias y cada una tiene méritos particulares.Poco más puedo añadir. Sólo insistir en que Yongüein’s Massacre es (si te gustan estas cosas, por supuesto) una gozada. Una que, si bien no tiene un argumento complejo o un elenco memorable (tampoco es que lo pretenda), sabe hacernos pasar un rato endiabladamente entretenido y sacarnos unas cuantas sonrisas retorcidas. Además, nos obsequia con muertes exquisitamente grotescas y un interesante diseño y origen para su villano (quien conserva un sugerente halo de misterio hasta el final). ¿Qué más puede pedir uno cuando ya se ha tragado casi todo el terror de serie B que tiene que ofrecer el cine, y busca más de lo mismo pero en un libro? ¿Qué más puede pedir alguien que disfrutó de Bighead pero la hubiera preferido menos improvisada?Ah, no quiero terminar esta reseña sin alabar la edición de Yongüein’s Massacre. Como viene siendo habitual, Colectivo Juan de Madre Presenta nos regala una cubierta extraordinaria y un prólogo estupendo. A dicho prólogo, por cierto, no le quitaría ni una coma. Y es que en él, Valero #01 destaca los paralelismos que hay entre Bighead y Yongüein’s Massacre, a la par que reivindica, con una retórica simpatiquísima, el acto creativo de homenajear a terceros (incluso cuando se hace rozando el plagio).También de Myke Babylon en ULAD: Aquí

Ene 26, 2025 - 13:29
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Myke Babylon: Yongüein’s Massacre
Idioma original: Español
Año de publicación: 2025
Valoración: Recomendable (para raritos)

¡Qué divertida me ha parecido Yongüein’s Massacre, de Myke Babylon! A fin de cuentas, esta novela corta recuerda a una de esas películas de terror de serie B que tanto me gustan. En primer lugar, porque tiene un asesino gigantesco, una pandilla de jóvenes que devendrán sus víctimas, muertes hilarantes (pienso, por ejemplo, en la del cazador del tercer capítulo), sangre a raudales, sexo gratuito y un final abierto que anticipa una secuela. Pero, sobre todo, porque está claro que, al igual que sucede con muchas cintas de género baratas, los implicados en ella (desde el escritor hasta el ilustrador) se lo han pasado de puta madre creándola.

Trata sobre unos chavales que van de gangstas y deben enfrentarse a un monstruo enorme que acecha la Sierra de Gredos, sorbe los sesos de sus presas y está dispuesto a usar su falo descomunal a la mínima.

Además de a una película de terror barato, Yongüein’s Massacre también recuerda (y mucho) a Bighead de Edward Lee, clásico de la literatura "splatterpunk" donde los haya. No sólo en su planteamiento argumental y estilístico, en su humor negro, en su ambientación rural o en su villano, sino que incluso en la estética de ciertas escenas o en ideas muy concretas. Y aunque normalmente no hay que comparar dos obras de arte, por más que una haya podido influenciar a la otra, creo que en este caso está justificado, porque el homenaje de Babylon es tan evidente como desacomplejado. 

Así pues, diría que Yongüein’s Massacre es un calco de Bighead que no llega al nivel de salvajismo, "gore", escatología, truculencia y desmadre del original (si bien quiero aclarar que no escatima en ninguno de estos apartados). Pero, en cambio, es, aún dentro de lo excesivo y trasnochado, una ficción mucho más centrada y focalizada que la novela de Lee, cosa a mi juicio muy positiva. Sea como fuere, recomiendo a los amantes de la literatura gamberra, el terror depravado y el mal gusto experimentar ambas versiones, pues resultan perfectamente complementarias y cada una tiene méritos particulares.

Poco más puedo añadir. Sólo insistir en que Yongüein’s Massacre es (si te gustan estas cosas, por supuesto) una gozada. Una que, si bien no tiene un argumento complejo o un elenco memorable (tampoco es que lo pretenda), sabe hacernos pasar un rato endiabladamente entretenido y sacarnos unas cuantas sonrisas retorcidas. Además, nos obsequia con muertes exquisitamente grotescas y un interesante diseño y origen para su villano (quien conserva un sugerente halo de misterio hasta el final). ¿Qué más puede pedir uno cuando ya se ha tragado casi todo el terror de serie B que tiene que ofrecer el cine, y busca más de lo mismo pero en un libro? ¿Qué más puede pedir alguien que disfrutó de Bighead pero la hubiera preferido menos improvisada?

Ah, no quiero terminar esta reseña sin alabar la edición de Yongüein’s Massacre. Como viene siendo habitual, Colectivo Juan de Madre Presenta nos regala una cubierta extraordinaria y un prólogo estupendo. A dicho prólogo, por cierto, no le quitaría ni una coma. Y es que en él, Valero #01 destaca los paralelismos que hay entre Bighead y Yongüein’s Massacre, a la par que reivindica, con una retórica simpatiquísima, el acto creativo de homenajear a terceros (incluso cuando se hace rozando el plagio).


También de Myke Babylon en ULAD: Aquí