Trump ordena revisar la financiación federal de las ONG
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha emitido una directiva este viernes para evaluar la financiación otorgada a organizaciones no gubernamentales (ONG) que reciben fondos federales, con el objetivo de eliminar el apoyo a aquellas que, según el gobierno, puedan comprometer el interés nacional. En un comunicado de la Casa Blanca, se afirma que "el Gobierno de Estados Unidos ha proporcionado una cantidad considerable de dinero de los contribuyentes a ONG, muchas de las cuales participan en acciones que socavan activamente la seguridad, la prosperidad y la protección del pueblo estadounidense". La orden instruye a los líderes de departamentos y agencias gubernamentales a revisar cada una de las partidas presupuestarias destinadas a ONG y ajustarlas para que se alineen con "los intereses de Estados Unidos" y "los objetivos y prioridades" de la actual administración. Esta medida se suma a otras acciones recientes de la administración Trump para reconfigurar la política exterior de Washington. Recientemente, se ordenó una pausa en las iniciativas de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) hasta el 20 de febrero, con el fin de someterlas a revisión. Asimismo, se ha informado que tan solo se mantendrá a 611 trabajadores esenciales de esta agencia, de una plantilla total que hasta ahora llegaba a los 10.000, un recorte ampliamente defendido por Elon Musk. Estas decisiones han generado inquietud entre las ONG que dependen de fondos federales para llevar a cabo sus programas. Según el Departamento de Estado, aproximadamente 1,5 millones de ONG operan en Estados Unidos, y muchas de ellas desempeñan roles cruciales en áreas como salud, educación y asistencia humanitaria. Algunas de las principales beneficiarias de estas ayudas son organizaciones médicas responsables de la logística y distribución de suministros esenciales. Críticos de estas medidas argumentan que podrían tener consecuencias negativas para programas vitales tanto a nivel nacional como internacional. Por ejemplo, la congelación de fondos de USAID ha provocado incertidumbre en el sector de cooperación al desarrollo, afectando a proyectos sanitarios y comerciales en todo el mundo. Asimismo, la medida ha frenado importantes programas sanitarios y comerciales en todo el mundo, y afecta a millones de personas dependientes de dicha ayuda, incluyendo programas vitales como PEPFAR, que provee medicamentos a pacientes con VIH y SIDA. La administración Trump defiende estas acciones como necesarias para garantizar que los fondos de los contribuyentes se utilicen de manera que promuevan la seguridad y prosperidad del país. Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil y algunos legisladores advierten que una revisión demasiado amplia podría debilitar el trabajo de las ONG en áreas críticas, tanto dentro como fuera de Estados Unidos. A medida que avanza la revisión, las ONG y sus beneficiarios observan con preocupación las posibles implicaciones de estas políticas en sus operaciones y en las comunidades a las que sirven. La tensión entre la administración y el sector sin ánimo de lucro pone de relieve la tensión avivada por Trump entre la seguridad nacional y el apoyo a iniciativas que abordan necesidades humanitarias y de...
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha emitido una directiva este viernes para evaluar la financiación otorgada a organizaciones no gubernamentales (ONG) que reciben fondos federales, con el objetivo de eliminar el apoyo a aquellas que, según el gobierno, puedan comprometer el interés nacional. En un comunicado de la Casa Blanca, se afirma que "el Gobierno de Estados Unidos ha proporcionado una cantidad considerable de dinero de los contribuyentes a ONG, muchas de las cuales participan en acciones que socavan activamente la seguridad, la prosperidad y la protección del pueblo estadounidense". La orden instruye a los líderes de departamentos y agencias gubernamentales a revisar cada una de las partidas presupuestarias destinadas a ONG y ajustarlas para que se alineen con "los intereses de Estados Unidos" y "los objetivos y prioridades" de la actual administración. Esta medida se suma a otras acciones recientes de la administración Trump para reconfigurar la política exterior de Washington. Recientemente, se ordenó una pausa en las iniciativas de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) hasta el 20 de febrero, con el fin de someterlas a revisión. Asimismo, se ha informado que tan solo se mantendrá a 611 trabajadores esenciales de esta agencia, de una plantilla total que hasta ahora llegaba a los 10.000, un recorte ampliamente defendido por Elon Musk. Estas decisiones han generado inquietud entre las ONG que dependen de fondos federales para llevar a cabo sus programas. Según el Departamento de Estado, aproximadamente 1,5 millones de ONG operan en Estados Unidos, y muchas de ellas desempeñan roles cruciales en áreas como salud, educación y asistencia humanitaria. Algunas de las principales beneficiarias de estas ayudas son organizaciones médicas responsables de la logística y distribución de suministros esenciales. Críticos de estas medidas argumentan que podrían tener consecuencias negativas para programas vitales tanto a nivel nacional como internacional. Por ejemplo, la congelación de fondos de USAID ha provocado incertidumbre en el sector de cooperación al desarrollo, afectando a proyectos sanitarios y comerciales en todo el mundo. Asimismo, la medida ha frenado importantes programas sanitarios y comerciales en todo el mundo, y afecta a millones de personas dependientes de dicha ayuda, incluyendo programas vitales como PEPFAR, que provee medicamentos a pacientes con VIH y SIDA. La administración Trump defiende estas acciones como necesarias para garantizar que los fondos de los contribuyentes se utilicen de manera que promuevan la seguridad y prosperidad del país. Sin embargo, organizaciones de la sociedad civil y algunos legisladores advierten que una revisión demasiado amplia podría debilitar el trabajo de las ONG en áreas críticas, tanto dentro como fuera de Estados Unidos. A medida que avanza la revisión, las ONG y sus beneficiarios observan con preocupación las posibles implicaciones de estas políticas en sus operaciones y en las comunidades a las que sirven. La tensión entre la administración y el sector sin ánimo de lucro pone de relieve la tensión avivada por Trump entre la seguridad nacional y el apoyo a iniciativas que abordan necesidades humanitarias y de...
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