Enero del 2025 es oficialmente es el mes más caluroso (pero el más fresco de ahora en adelante)

El planeta acaba de romper otro récord preocupante: enero de 2025 fue sido el mes más caluroso jamás registrado a nivel mundial. Según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), la temperatura media global alcanzó los 13.2°C, superando en 1.75°C los niveles preindustriales. Este aumento refuerza las advertencias de los científicos: cualquier incremento por […]

Feb 6, 2025 - 23:00
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Enero del 2025 es oficialmente es el mes más caluroso (pero el más fresco de ahora en adelante)

El planeta acaba de romper otro récord preocupante: enero de 2025 fue sido el mes más caluroso jamás registrado a nivel mundial. Según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S), la temperatura media global alcanzó los 13.2°C, superando en 1.75°C los niveles preindustriales. Este aumento refuerza las advertencias de los científicos: cualquier incremento por encima de 1.5°C marca un punto crítico para el futuro de la Tierra.

Además, entre febrero de 2024 y enero de 2025, la temperatura media del planeta estuvo 1.61°C por encima del promedio de referencia. Los expertos advierten que la tendencia al alza sigue imparable y los mecanismos naturales de enfriamiento no están logrando equilibrar el calentamiento.

Incendio con personas evacuadas
Crédito: Pinterest

Eventos extremos en todo el mundo

Las altas temperaturas no solo afectan los termómetros; están alterando el clima global de manera radical. Durante enero de 2025, se registraron precipitaciones inusualmente intensas en regiones como Alaska, Canadá, Europa Occidental, Rusia y Brasil, provocando inundaciones y desastres naturales.

Por otro lado, el extremo opuesto también se hizo notar: el suroeste de Estados Unidos, el norte de México, Reino Unido, Sudamérica, el este de China y partes de África enfrentaron sequías severas. La escasez de agua y el aumento de incendios forestales ponen en riesgo a millones de personas y ecosistemas enteros.

Los océanos al borde del colapso

El calentamiento de la Tierra no solo se refleja en la atmósfera, sino también en los océanos. En enero de 2025, la temperatura media de la superficie del mar fue de 20.7°C, la segunda más alta jamás registrada para este mes. Este fenómeno intensifica el ciclo del calentamiento global, ya que los océanos absorben más calor y liberan más vapor de agua, un gas de efecto invernadero que agrava el cambio climático.

Kevin Trenberth, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos, advierte que el 44% del planeta ya experimenta niveles peligrosos de estrés térmico, afectando no solo a los ecosistemas, sino también a la salud humana y la seguridad alimentaria.

Océano contaminado con basura
Crédito: Pinterest

¿Quién pagará por la crisis climática?

Ante este panorama, la necesidad de inversiones para combatir el cambio climático es más urgente que nunca. Sin embargo, el financiamiento para la adaptación sigue siendo insuficiente. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, el déficit en inversión climática oscila entre 194,000 y 366,000 millones de dólares anuales.

A pesar de que las economías más ricas se comprometieron a destinar 100,000 millones de dólares anuales para apoyar a las regiones más vulnerables, decisiones políticas han complicado el panorama. Por ejemplo, la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París durante la administración de Donald Trump redujo significativamente los fondos disponibles para combatir el calentamiento global.

Protesta climática frente al Capitolio de Estados Unidos
Crédito: Pinterest

Francisco Estrada, de la Universidad Nacional Autónoma de México, advierte que este tipo de decisiones pueden frenar la transición energética y desmotivar nuevas inversiones en energías limpias. “Cada euro que Europa invierte en mitigación pierde efectividad si otros países no hacen lo mismo”, explica.

¿Estamos a tiempo de revertir la crisis?

El 2024 ya fue el primer año en superar el umbral de 1.5°C de aumento global respecto a la era preindustrial, un hito que refuerza la urgencia de actuar. Joeri Rogelj, del Instituto Grantham del Imperial College de Londres, señala que aún es posible construir una economía sostenible con decisiones firmes y rápidas.

Protesta climática
Crédito: Pinterest

El calentamiento global no es un problema del futuro: está ocurriendo ahora. La temperatura sigue batiendo récords y los eventos extremos se vuelven más frecuentes. Frenar esta crisis requiere voluntad política, inversión y, sobre todo, un cambio inmediato en la forma en que producimos y consumimos energía.