Merkel vuelve a criticar a su sucesor por tolerar el apoyo de la ultraderecha a dos semanas de las elecciones
"Incluso en condiciones difíciles, no se deberían conseguir mayorías con la ayuda de AfD", ha criticado la excanciller alemana tras la decisión de Friedrich Merz de presentar en el Bundestag dos mociones y un proyecto de ley a sabiendas de que, para su aprobación, necesitaría el apoyo del partido ultra ANÁLISIS - Por qué la brecha en el 'cordón sanitario' a los ultras puede costar el poder a los conservadores en Alemania La excanciller de Alemania, Angela Merkel, ha defendido de nuevo su política de puertas abiertas a los refugiados en 2015 tras considerarla “fundamentalmente errónea” el líder conservador, Friedrich Merz, al tiempo que reconoce que queda trabajo por hacer, pero no si eso requiere contar con el apoyo de la ultraderecha, como ocurrió la semana pasada en el Parlamento. “No creo que la política de refugiados de los últimos 10 años haya sido un error. Sin embargo, diría que nuestro trabajo no ha acabado y que aún queda mucho por hacer”, dijo este miércoles en un debate con el medio germano 'ZEIT' en la ciudad de Hamburgo la política conservadora, que encabezó el Gobierno alemán entre 2005 y 2021. Sin embargo, agregó, “esto no debería hacerse a costa del apoyo de un partido contrario a nuestro sistema democrático”. “Incluso en condiciones difíciles, no se deberían conseguir mayorías con la ayuda de AfD”, recalcó Merkel, quien el 30 de enero criticó en un insólito comunicado la decisión de Merz de presentar en la Cámara Baja dos mociones y un proyecto de ley para limitar la migración irregular aún a sabiendas de que, para su aprobación, necesitaría el apoyo de la ultraderecha. El líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido que Merkel aún considera “el suyo”, pese a todas las diferencias, consiguió finalmente sacar adelante una de las mociones con el apoyo de AfD, de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de izquierda populista, y de los liberales, pero no así el proyecto de ley. De esta manera Merz rompió un tabú en la política germana, que ha impuesto un cordón sanitario a AfD, pese a haber dicho aún en noviembre pasado que jamás buscaría el voto de la ultraderecha para lograr una mayoría en el Parlamento. Merkel recalcó que ella es una ciudadana, excanciller y simplemente no le parecía adecuado permanecer en silencio en un situación “tan decisiva” como es contar por primera vez en el Parlamento con el voto de la ultraderecha. Merz justificó su proceder con el argumento de que presentar una iniciativa que es apoyada por AfD no la convierte automáticamente en una iniciativa mala o inapropiada cuando una mayoría de los alemanes vería bien endurecer la política migratoria. “Se ha producido una cierta polarización” Después de los votos decenas de miles de alemanes salieron a las calles para protestar contra la ultraderecha y las grietas en el cordón sanitario provocado por los conservadores. “Creo que el resultado es que se ha producido una cierta polarización. Creo que todos los diputados estaban preocupados por ello y, en mi opinión, ahora hay que encontrar una situación en la que vuelvan a ser posibles los compromisos”, recalcó Merkel. La excanciller también respondió a la acusación de Merz de que la CDU tiene una importante corresponsabilidad por la entrada de AfD en la Cámara Baja en 2017 y que ahora incluso cuenta con un 20% de intención de voto de cara a las elecciones generales del 23 de febrero, al recordar que el partido surgió a raíz de la crisis del euro y ya tenía entonces un 4,8% en los comicios. Eso sí, reconoció que AfD ganó impulso con la crisis de los refugiados, pero también por las disputas entre la CDU y su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU) sobre la migración.Cuando ella abandonó la política, dijo, AfD tenía un 11% y que ahora tiene un 20% “realmente ya no es mi responsabilidad”.
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"Incluso en condiciones difíciles, no se deberían conseguir mayorías con la ayuda de AfD", ha criticado la excanciller alemana tras la decisión de Friedrich Merz de presentar en el Bundestag dos mociones y un proyecto de ley a sabiendas de que, para su aprobación, necesitaría el apoyo del partido ultra
ANÁLISIS - Por qué la brecha en el 'cordón sanitario' a los ultras puede costar el poder a los conservadores en Alemania
La excanciller de Alemania, Angela Merkel, ha defendido de nuevo su política de puertas abiertas a los refugiados en 2015 tras considerarla “fundamentalmente errónea” el líder conservador, Friedrich Merz, al tiempo que reconoce que queda trabajo por hacer, pero no si eso requiere contar con el apoyo de la ultraderecha, como ocurrió la semana pasada en el Parlamento.
“No creo que la política de refugiados de los últimos 10 años haya sido un error. Sin embargo, diría que nuestro trabajo no ha acabado y que aún queda mucho por hacer”, dijo este miércoles en un debate con el medio germano 'ZEIT' en la ciudad de Hamburgo la política conservadora, que encabezó el Gobierno alemán entre 2005 y 2021. Sin embargo, agregó, “esto no debería hacerse a costa del apoyo de un partido contrario a nuestro sistema democrático”.
“Incluso en condiciones difíciles, no se deberían conseguir mayorías con la ayuda de AfD”, recalcó Merkel, quien el 30 de enero criticó en un insólito comunicado la decisión de Merz de presentar en la Cámara Baja dos mociones y un proyecto de ley para limitar la migración irregular aún a sabiendas de que, para su aprobación, necesitaría el apoyo de la ultraderecha.
El líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido que Merkel aún considera “el suyo”, pese a todas las diferencias, consiguió finalmente sacar adelante una de las mociones con el apoyo de AfD, de la Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de izquierda populista, y de los liberales, pero no así el proyecto de ley.
De esta manera Merz rompió un tabú en la política germana, que ha impuesto un cordón sanitario a AfD, pese a haber dicho aún en noviembre pasado que jamás buscaría el voto de la ultraderecha para lograr una mayoría en el Parlamento.
Merkel recalcó que ella es una ciudadana, excanciller y simplemente no le parecía adecuado permanecer en silencio en un situación “tan decisiva” como es contar por primera vez en el Parlamento con el voto de la ultraderecha.
Merz justificó su proceder con el argumento de que presentar una iniciativa que es apoyada por AfD no la convierte automáticamente en una iniciativa mala o inapropiada cuando una mayoría de los alemanes vería bien endurecer la política migratoria.
“Se ha producido una cierta polarización”
Después de los votos decenas de miles de alemanes salieron a las calles para protestar contra la ultraderecha y las grietas en el cordón sanitario provocado por los conservadores.
“Creo que el resultado es que se ha producido una cierta polarización. Creo que todos los diputados estaban preocupados por ello y, en mi opinión, ahora hay que encontrar una situación en la que vuelvan a ser posibles los compromisos”, recalcó Merkel.
La excanciller también respondió a la acusación de Merz de que la CDU tiene una importante corresponsabilidad por la entrada de AfD en la Cámara Baja en 2017 y que ahora incluso cuenta con un 20% de intención de voto de cara a las elecciones generales del 23 de febrero, al recordar que el partido surgió a raíz de la crisis del euro y ya tenía entonces un 4,8% en los comicios.
Eso sí, reconoció que AfD ganó impulso con la crisis de los refugiados, pero también por las disputas entre la CDU y su hermana bávara Unión Socialcristiana (CSU) sobre la migración.Cuando ella abandonó la política, dijo, AfD tenía un 11% y que ahora tiene un 20% “realmente ya no es mi responsabilidad”.