Cómo Melania Trump: estudió Arquitectura, le gusta la cocina sana y se hace ella el equipaje

De Melania Trump se saben pocas cosas: que es la primera dama por segunda vez, tiene 54 años y nació en Eslovenia. Fue modelo, momento en que conoció a Donald Trump, con quien acaba de cumplir veinte años de matrimonio.

La revista Hola ha publicado un perfil de Melania a través de entrevistas con estrechos colaboradores de la primera dama, como su diseñador de cabecera, Hervé Pierre, la interiorista Tham Kannalikham, y su fotógrafa, Regine Mahaux.

Las conclusiones de estas conversaciones arrojan una Melania desconocida para el gran público. Por ejemplo, según la revista, la primera dama estudio Arquitectura, lo que le sirve para redecorar con mucho tino la Casa Blanca. Concretamente, el jardín y el pabellón de tenis llevan su sello personal.

Es madrugadora, se levanta a las 6 de la mañana y se acuesta a la 1. Como buena madre y esposa, lo que realza sus grandes valores como mujer, le gusta la comida sana, incluso prepararla ocasionalmente. Del mismo modo que si puede, prepara ella el café para sus invitados.

También se hace su propio equipaje y no admite ayuda, aunque la agradece. Quiere a su marido, con quien atraviesa la mejor época de su relación, aunque siempre va un paso por detrás, para no interferir ni eclipsar la estela del presidente.

Aunque ya vivió en la Casa Blanca una primera legislatura (entre 201 y 2021), Melania demuestra ahora más capacidad de decisión. Esa es una de sus características, ser decidida, así como la fortaleza que tiene y el sentido común.

Su carácter suave y afable es otra de sus señas de identidad, así como su gran educación. La moda ocupa una de sus grandes pasiones. Todo se lo hacen a su gusto: adora los cortes rectos, los vestidos ceñidos y los tacones, con los que se maneja con soltura a pesar de su elevada estatura.

No le gustan ni las perlas ni las flores, por lo que es difícil verla con estos elementos.

Desde que murió su madre, una emigrante eslovena, como ella, está muy volcada en su padre, Viktor Knaws, aunque su debilidad es su hijo único, Barron, que pasa de los dos metros de altura y estudia Políticas.

Por todas estas características, los entrevistados por Hola la consideran un espejo de la reina Isabel II, siempre discreta y con gran poder de escucha, pero, sobre todo, que nunca se queja. Y cuando da su opinión, lo hace de manera sensata sin groserías ni aspavientos.

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