Cuáles son los obstáculos que enfrenta el plan de Donald Trump para la Franja de Gaza

El presidente de EE.UU. propone una reubicación forzada de palestinos, medida que generó un fuerte rechazo se los habitantes del enclave y diferentes líderes

Feb 5, 2025 - 21:10
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Cuáles son los obstáculos que enfrenta el plan de Donald Trump para la Franja de Gaza

WASHINGTON.- “Mi plan para Gaza les gusta a todos”, aseveró Donald Trump en la Casa Blanca, tras anunciar un controvertido proyecto para que Estados Unidos tome el control de la Franja de Gaza, que generó un fuerte rechazo por parte de palestinos, líderes de Medio Oriente y de otros gobiernos. La sorprendente propuesta del presidente de trasladar por la fuerza a cientos de miles de palestinos fuera de la franja y convertirla en la “Riviera de Medio Oriente” enfrenta importantes obstáculos.

Para los palestinos y muchas otras personas, estos planes constituyen una limpieza étnica, un intento de expulsarlos de la tierra que llaman hogar después de que la ofensiva de 15 meses de Israel contra Hamas, tras el sangriento ataque del grupo terrorista del 7 de octubre de 2023, dejara gran parte del lugar inhabitable. También fue considerada como un intento de poner fin a su lucha de décadas para tener un Estado, lo cual cuenta con un amplio apoyo internacional.Niños palestinos, junto a una tienda de campaña que sirve como refugio temporal en el estadio Al-Yarmouk, en la Ciudad de Gaza, el 5 de febrero de 2025.

Los países árabes, incluidos Egipto y Jordania -aliados cercanos de Estados Unidos y en paz con Israel- condenaron estos planes y rechazaron rotundamente la sugerencia de Trump de que acepten más refugiados palestinos.

Arabia Saudita emitió una infrecuente declaración durante la noche en la que rechaza la idea del traslado y reitera que no normalizará las relaciones con Israel -un objetivo clave del gobierno de Trump- sin el establecimiento de un Estado palestino que incluya a Gaza.

La propuesta también podría poner en riesgo el alto al fuego en Gaza y la liberación de rehenes tomados en el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023, en el marco de la tregua con el gobierno de Israel. Trump se atribuyó el mérito de haber negociado el alto el fuego.

Los palestinos no quieren irse

Los palestinos consideran a Gaza como una parte integral de su patria y aspiran a tener un Estado independiente en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental, territorios que Israel capturó en 1967, en la Guerra de los Seis Días.La destrucción causada por la ofensiva aérea y terrestre israelí se ve desde un edificio destruido en Jabaliya, Franja de Gaza

La mayor parte de la población de Gaza son descendientes de refugiados de la guerra de 1948 que rodeó a la creación de Israel, cuando cientos de miles de palestinos huyeron o fueron expulsados de lo que es ahora el territorio israelí. No se les permitió regresar porque habrían superado en número a la población judía del nuevo Estado.

Riyad Mansour, el embajador palestino ante Naciones Unidas, sugirió que si el objetivo de Trump es enviar a los palestinos a un “lugar feliz y agradable”, deberían regresar a sus hogares ancestrales en Israel.

El ideal de permanecer en su tierra a pesar de las amenazas de expulsión es un elemento fundamental de la lucha y la identidad de los palestinos, y quedó claramente de manifiesto la semana pasada cuando cientos de miles de personas regresaron al norte de Gaza, a pesar de su destrucción casi total.

Hamas y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que es respaldada por Occidente y que reconoce a Israel y coopera con ese país en materia de seguridad, han condenado vehementemente la propuesta de Trump.

Países árabes no aceptarán refugiados palestinos

Egipto y Jordania, que hicieron las paces con Israel hace décadas, rechazaron repetidamente propuestas anteriores de reasentar a los palestinos dentro de sus fronteras.

Ellos también temen que Israel nunca permita que los palestinos regresen, y que una afluencia masiva de refugiados palestinos desestabilice nuevamente la región, como ocurrió en las décadas posteriores a 1948, cuando fue un factor clave en la guerra civil del Líbano y las dos invasiones israelíes de ese país. Además, ambos países enfrentan dificultades económicas que les impedirían recibir grandes cantidades de refugiados.Camiones cargados con ayuda humanitaria entregada desde Jordania cruzan a Gaza en la frontera entre Israel y el norte de la Franja de Gaza, a través del cruce de Erez controlado por Israel el 21 de octubre de 2024, en medio de la actual Guerra entre Israel y Hamas

Trump sugirió que los países ricos del Golfo podrían pagar para reasentar a los palestinos, pero eso parece poco probable.

Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar se unieron a Egipto y Jordania al rechazar cualquier plan de transferencia, y los saudíes repudiaron el plan casi de inmediato.

La declaración saudita reiteró las declaraciones hechas en septiembre por el príncipe heredero Mohammed ben Salman, quien dijo que Arabia Saudita no normalizaría las relaciones con Israel sin la creación de un Estado palestino con Jerusalén Oriental como su capital. El reino afirmó que su “posición inquebrantable no es negociable y no está sujeta a compromisos”.

Influencia de los líderes de Medio Oriente

Trump parece disfrutar usando aranceles, sanciones y recortes de ayuda para presionar a aliados y adversarios por igual, y podría aplicar presión económica sobre países como Egipto y Jordania, que durante mucho tiempo han dependido de la ayuda estadounidense.

Pero esos países tienen sus propios recursos para hacer frente a lo que consideran una gran amenaza a su seguridad nacional, y los países ricos del Golfo, que históricamente también han brindado ayuda a Egipto y Jordania, podrían ayudar a amortiguar cualquier golpe económico.

Egipto ya advirtió que cualquier transferencia masiva de palestinos a la península del Sinaí, fronteriza con Gaza, podría socavar su tratado de paz con Israel, piedra angular de la estabilidad regional y de la influencia estadounidense durante casi medio siglo.

Egipto y Qatar también han servido como mediadores clave con Hamas en las conversaciones que condujeron al alto el fuego, y ambos están trabajando con el enviado de Trump en Medio Oriente, Steve Witkoff, para tratar de extenderlo.

La prioridad israelí son los rehenes

La idea de una transferencia masiva estuvo históricamente confinada a la extrema derecha en Israel, pero el miércoles, los líderes tradicionales dijeron que valía la pena considerar el plan de Trump.

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, en la conferencia de prensa junto a Trump, reconoció que “la gente se queda boquiabierta” cuando el presidente estadounidense propone ideas poco ortodoxas, pero luego “la gente se rasca la cabeza y dice: ‘Sabes, tiene razón’”.

Benny Gantz, un político centrista y exgeneral considerado durante mucho tiempo como una alternativa más moderada a Netanyahu, dijo que la propuesta de Trump mostraba un “pensamiento creativo, original e intrigante” y que debería estudiarse junto con otros objetivos de guerra, “priorizando el regreso de todos los rehenes”.

El líder de la oposición, Yair Lapid, un feroz crítico de Netanyahu que en el pasado expresó su apoyo a la solución de dos Estados, no se opuso a la idea. En cambio, dijo en una entrevista con los medios locales que era demasiado pronto para reaccionar a la propuesta de Trump, ya que no hay detalles concretos, y que lo más importante era devolver a los rehenes.El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, izquierda, se reúne con el líder de la oposición israelí Yair Lapid, en Tel Aviv, Israel, el jueves 30 de noviembre de 2023. (Saul Loeb/Pool Photo vía AP)

La fase actual del alto el fuego en Gaza, en la que Hamas liberará a 33 rehenes a cambio de cientos de prisioneros palestinos, terminará a principios de marzo. La segunda fase, en la que se liberarían a los aproximadamente 60 rehenes restantes a cambio de más detenidos, se está negociando.

Hamas dijo que no liberará a los rehenes restantes sin el fin de la guerra y una retirada total de Israel, lo que probablemente impediría cualquier transferencia forzosa.El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich.

El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, que apoya lo que llama la “emigración voluntaria” de un gran número de palestinos y el restablecimiento de asentamientos judíos en Gaza, amenazó con abandonar la coalición de Netanyahu si no reanuda la guerra después de la primera fase, lo que probablemente conduciría a elecciones anticipadas. El ministro recibió con agrado la propuesta de Trump.

La reanudación de la guerra pondría en peligro la vida de los rehenes restantes y no hay garantía de que eliminaría a Hamas, que todavía controla la mayor parte de Gaza. También desharía lo que Trump presentó como un logro importante y retrasaría aún más cualquier normalización con Arabia Saudita.

¿Una táctica de apertura?

Existe otra posibilidad: que la propuesta de Trump sea una táctica inicial en un proceso de negociación cuyo objetivo es conseguir eventualmente el tipo de mega acuerdo en Medio Oriente que él dice estar buscando.

Fue apenas la semana pasada que Trump amenazó con imponer importantes aranceles contra Canadá y México, los dos principales socios comerciales de Estados Unidos, antes de suspenderlos después de que sus líderes tomaron medidas para apaciguar sus preocupaciones sobre la seguridad fronteriza y el tráfico de drogas.El presidente Donald Trump se reúne con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, el martes 4 de febrero de 2025, en Washington

Durante su primer mandato, Trump coqueteó con la posibilidad de que Israel anexara partes de la Cisjordania ocupada antes de que la idea fuera descartada como parte de un acuerdo de normalización con los Emiratos Árabes Unidos.

En última instancia, Trump podría reducir su propuesta o dejarla en suspenso a cambio de concesiones de los líderes árabes, tal vez en la reconstrucción de Gaza o en la normalización con Israel, aunque la declaración saudí pareció descartar eso.

Podría haber más claridad cuando pase el shock y cuando Trump se reúna con el rey Abdullah II de Jordania en la Casa Blanca, la próxima semana.

Agencias AP