De dónde proviene el nombre de la raza de perro Chow Chow
Estos canes no solo destacan por su aspecto único y su lengua azul, sino también por su historia milenaria y su carácter independiente; qué cuidados necesitan y para qué tipo de familia se recomienda
El mundo canino es un universo de diversidad asombrosa, donde cada raza tiene su propia historia, peculiaridades y características únicas. Desde los pequeños y enérgicos terriers hasta los imponentes y majestuosos mastines, cada perro tiene algo sorprendente que contar. Entre todas estas razas, el Chow Chow destaca no solo por su apariencia llamativa, sino también por su comportamiento particular y su fascinante historia de origen.
El Chow Chow es una de las razas de perros más antiguas que existen. Su historia se remonta a más de 2000 años en China, donde fue criado originalmente por la nobleza y desempeñó múltiples funciones, desde la caza y la guardia hasta la tracción de carros. Sin embargo, también se cree que sus ancestros podrían haberse originado en Mongolia y Siberia antes de llegar a China, donde la raza se refinó y adquirió sus características distintivas.
De esta manera, a lo largo de los siglos, el Chow Chow dejó su huella en la cultura asiática. Antiguas pinturas y esculturas chinas lo representan como un perro de estatus, símbolo de prestigio y poder. Incluso se dice que algunos ejemplares fueron utilizados en la guerra, mientras que en ciertas dinastías su carne era considerada una delicia gastronómica. Estos aspectos de su historia, aunque controvertidos, evidencian la importancia de la raza en diversas esferas de la sociedad china.
Con el paso del tiempo, el Chow Chow, además de consolidarse en Asia, también llegó a otras partes del mundo. Su nombre, de hecho, tiene un origen ligado al comercio. Durante el siglo XVIII, cuando los comerciantes británicos comenzaron a llevar estos perros a Europa, se usaba el término “chow chow” en la jerga marinera para referirse a “mercancía variada” u “objetos exóticos”, cuenta la web generalista Britannica. Dentro de estos cargamentos, los perros también eran transportados, lo que llevó a que el nombre se asociara con la raza.
Con su llegada a Occidente, el Chow Chow rápidamente capturó la atención por su aspecto singular y su porte majestuoso, y no pasó mucho tiempo antes de que los clubes caninos lo incluyeran en sus estándares, lo que consolidó su reconocimiento a nivel internacional.
Una apariencia inconfundible
Si hay algo que distingue al Chow Chow a primera vista es su imponente presencia. De tamaño mediano, con una altura que oscila entre los 45 y 56 cm y un peso que puede variar entre 20 y 32 kg, este perro posee un pelaje abundante y esponjoso que puede ser corto o largo. Los colores más comunes incluyen rojo, negro, azul, crema y canela, que aportan una variedad cromática que realza aún más su belleza.
Sin embargo, lo que realmente lo hace único es su lengua azul-negra, un rasgo genético que solo comparte con otra raza: el Shar Pei. Este detalle anatómico generó múltiples leyendas y especulaciones sobre su origen, pero lo cierto es que es un rasgo distintivo que lo diferencia de cualquier otro perro.
Más allá de su apariencia, el Chow Chow también se caracteriza por una personalidad muy particular. Son perros independientes y reservados, a menudo distantes con los extraños. A pesar de su aspecto de “oso de peluche”, no suelen ser especialmente efusivos ni demandantes de cariño. Sin embargo, su lealtad hacia su familia es incuestionable.
Esa independencia hace que el entrenamiento del Chow Chow sea un desafío. No es una raza que busque complacer a su dueño de inmediato, como lo haría un labrador o un pastor alemán. Requiere un liderazgo firme, paciencia y una socialización temprana para evitar problemas de comportamiento, especialmente con otros perros y personas.
Por todo esto, el Chow Chow no es un perro para cualquiera. Su fuerte carácter e independencia lo hacen más adecuado para dueños con experiencia en el manejo de razas de temperamento desafiante. A su vez, no es la mejor opción para familias con niños pequeños, ya que no es particularmente juguetón ni tolerante con el trato brusco. Sin embargo, para aquellos que buscan un compañero leal, tranquilo y con una necesidad moderada de ejercicio, el Chow Chow puede ser una excelente elección.
Cuidados esenciales del Chow Chow
El Chow Chow es una raza que requiere cuidados específicos para garantizar su bienestar y salud. Su pelaje denso y su carácter independiente exigen una atención especial por parte de sus dueños. El sitio especializado Vida Veterinary Car comparte los aspectos más importantes a considerar:
- Cepillado frecuente: Su abundante pelaje debe ser cepillado al menos tres veces por semana para evitar nudos y reducir la caída del pelo.
- Higiene bucal: Es importante limpiar sus dientes regularmente para prevenir problemas dentales.
- Control de la alimentación: Una dieta equilibrada y adecuada a sus necesidades nutricionales es clave para evitar problemas de sobrepeso.
- Ejercicio moderado: Aunque no es una raza especialmente activa, necesita caminatas diarias.
- Protección contra el calor: Debido a su denso pelaje, son sensibles a las altas temperaturas y deben mantenerse en lugares frescos en climas cálidos.
- Socialización y entrenamiento: Desde cachorro, es fundamental socializarlo para evitar problemas de agresividad o timidez excesiva.