El curioso hotel en uno de los castillos góticos mejor conservados de Aragón
La fortaleza conserva en muy buen estado toda su estructura, además se encuentra en un pequeño pueblo de menos de cien habitantes.
A pesar de su pequeño tamaño, el pueblo de Grisel, al oeste de la provincia de Zaragoza, acoge interesantes atractivos que sorprenderán a todos sus visitantes. Para empezar, en su casco antiguo destaca la iglesia renacentista de Nuestra Señora de la Asunción, mientras que a apenas 1 kilómetro de su casco antiguo descubriremos el llamado Pozo de los Aines, una gran sima de 30 metros de profundidad envuelta en leyendas.
Sin embargo, la guinda del pastel la pone el Castillo de Grisel. Esta fortaleza no solo es uno de los castillos góticos mejor conservados de Aragón, sino que a día de hoy funciona como un hotel en el que podremos hacer un auténtico viaje al pasado.
Los orígenes del Castillo de Grisel
La historia del Castillo de Grisel se remonta al siglo XI, cuando fue levantada como una torre. A finales del siglo XIV, ante la amenaza castellana, se construyó adosado a un castillo gótico con dos patios y capilla, además de una segunda torre de mayor altura y una muralla almenada. De ese periodo se conservan desde los elementos defensivos hasta mobiliario que ha sido restaurado.
Posteriormente, en el siglo XVI, abandonó esa función defensiva para convertirse en un palacio y en el centro de la administración del Cabildo de la Catedral de Tarazona. Con la desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, el castillo pasó a manos privadas, pero con el paso del tiempo, fue quedando en el abandono.
Del abandono a convertirse en hotel
El renacimiento del Castillo de Grisel llegó en el año 1988, cuando fue adquirido por Manuel Giménez Aperte e inició un proceso laborioso de restauración que se alargó por tres décadas. Recuperando su aspecto medieval, la fortaleza fue reconvertida en un acogedor hotel, que destaca por su ambiente histórico y su cuidada decoración que nos hará retroceder en el tiempo.
Sus habitaciones se combinan con amplios salones, torreones, una capilla, obras de arte, patios... todo ello conservando su esencia antigua. "Toda la decoración ha sido cuidadosamente elegida, creando diferentes ambientes, por lo que paseando por sus estancias podemos hacer un viaje desde el siglo XIV al XIX", explican desde la propia web del castillo. Asimismo, se suman fotografías, grabados, libros, mapas y una amplia colección de objetos relacionados con los castillos de la Edad Media.
Cómo llegar a Grisel
El trayecto en coche desde la ciudad de Zaragoza hasta el pueblo de Grisel es de aproximadamente 1 hora y 5 minutos por la AP-68 y la N-122.
