El embajador apartado de Bélgica, a Albares: "Confunde la discrecionalidad con la arbitrariedad"
Alberto Antón critica al ministro de Exteriores por llevar a cabo un reemplazo en varias embajadas y que se le comunicó tras viralizarse un vídeo en el que se le veía "echando un sueñecito" que atribuye a los efectos de los antihistamínicos: "Esta maniobra, aparte de torpe, ridícula y mezquina, me incomoda y consterna" Las críticas que desde hace tiempo corren en buena parte de la carrera diplomática contra el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, han arreciado públicamente en las últimas semanas a raíz de los cambios que el jefe de la diplomacia ha llevado a cabo en varias embajadas. Al cuestionamiento de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), que representa al 60% de la carrera diplomática, de cariz tradicionalmente muy conservador, se ha sumado la de uno de los damnificados: el hasta ahora embajador en Bélgica, Alberto Antón. Antón se enteró de su cese el pasado 29 de enero a través de una llamada del subsecretario del Ministerio de Exteriores, que se produjo unos días después de que se hiciera viral un vídeo en el que aparece dormitando durante un discurso de Albares en la Conferencia de Embajadores y al que se ha atribuido su destitución. El diplomático explica que estaba bajo los efectos de antihistamínicos por una gripe. “Al finalizar tu intervención, pude visualizar un vídeo en el que se veía a varios compañeros, entre los que me encontraba yo, echando un ”sueñecito“. Me llamó la atención que se señalara a algunos de los ”durmientes“ con unas llamativas flechas rojas. Desconozco quién grabó el vídeo, quien lo editó con flechas y quien lo distribuyó, pero habrá ocasión de saberlo”, señala Antón. “En aquellos momentos el vídeo fue simplemente una anécdota que comentamos entre compañeros en clave de humor. No le concedí al tema mayor importancia, pero tampoco descarté que, en el contexto actual del Ministerio que tú diriges, si se quería, se podía encontrar en el vídeo ”munición“ para tratar de descalificar, amedrentar y eventualmente destituir a alguien llegado el momento oportuno”, espeta el todavía embajador en Bélgica, que solicitará “sin demora” el plácet para que le sustituya el actual embajador en Luxemburgo, José María Rodríguez Coso. A él, por su parte, le relevará la embajadora en Lituania, Nieves Blanco, que es la esposa del embajador ante la UE, Marcos Alonso, un hombre de la máxima confianza de Albares. Antón se queja de ser “el único” que sale “perjudicado” de los “calculados ajustes” del ministro “sin haber cumplido en el puesto el tiempo mínimo habitual (entre tres y cuatro años)”. “He de confesar, Ministro, que esta maniobra, aparte de torpe, ridícula y mezquina, como se ha reconocido ya públicamente, me incomoda y consterna, no ya porque veo en ella, en lo que a mí respecta, un intento de ensuciar y poner en entredicho mi reputación profesional, labrada a lo largo de cuarenta años de carrera como servidor público, sino sobre todo, porque pone de manifiesto una falta de criterio, que hace pensar que se confunde un principio que asumimos todos los compañeros disciplinadamente, como es el de la discrecionalidad, con la arbitrariedad, con lo que ello conlleva de sembrar la inseguridad y el miedo entre los que tenemos la responsabilidad de defender los intereses de España en el Exterior”, apostilla. “Acato, como no podría ser de otro modo, la decisión de mi cese inesperado pero siento que implica desaprovechar un capital de contactos, en los diferentes sectores de la vida política, cultural y económica de este país, que he ido acumulando desde mi incorporación”, acaba Antón, que llegó a Bélgica en 2023 y que asegura que se incorporará a los servicios centrales del ministerio. En el Ministerio de Exteriores no entran en la polémica. “No tenemos comentarios. El Ministerio funciona con los procedimientos habituales”, se limitan a decir las fuentes oficiales. “Intentamos encontrar siempre a las mejores personas para una misión determinada”, dijo el lunes el ministro en un desayuno informativo organizado por Europa Press en el que aseguró que los nombramientos se hacen con “abstracción” de las “ideas políticas”.
Alberto Antón critica al ministro de Exteriores por llevar a cabo un reemplazo en varias embajadas y que se le comunicó tras viralizarse un vídeo en el que se le veía "echando un sueñecito" que atribuye a los efectos de los antihistamínicos: "Esta maniobra, aparte de torpe, ridícula y mezquina, me incomoda y consterna"
Las críticas que desde hace tiempo corren en buena parte de la carrera diplomática contra el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, han arreciado públicamente en las últimas semanas a raíz de los cambios que el jefe de la diplomacia ha llevado a cabo en varias embajadas. Al cuestionamiento de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), que representa al 60% de la carrera diplomática, de cariz tradicionalmente muy conservador, se ha sumado la de uno de los damnificados: el hasta ahora embajador en Bélgica, Alberto Antón.
Antón se enteró de su cese el pasado 29 de enero a través de una llamada del subsecretario del Ministerio de Exteriores, que se produjo unos días después de que se hiciera viral un vídeo en el que aparece dormitando durante un discurso de Albares en la Conferencia de Embajadores y al que se ha atribuido su destitución. El diplomático explica que estaba bajo los efectos de antihistamínicos por una gripe. “Al finalizar tu intervención, pude visualizar un vídeo en el que se veía a varios compañeros, entre los que me encontraba yo, echando un ”sueñecito“. Me llamó la atención que se señalara a algunos de los ”durmientes“ con unas llamativas flechas rojas. Desconozco quién grabó el vídeo, quien lo editó con flechas y quien lo distribuyó, pero habrá ocasión de saberlo”, señala Antón.
“En aquellos momentos el vídeo fue simplemente una anécdota que comentamos entre compañeros en clave de humor. No le concedí al tema mayor importancia, pero tampoco descarté que, en el contexto actual del Ministerio que tú diriges, si se quería, se podía encontrar en el vídeo ”munición“ para tratar de descalificar, amedrentar y eventualmente destituir a alguien llegado el momento oportuno”, espeta el todavía embajador en Bélgica, que solicitará “sin demora” el plácet para que le sustituya el actual embajador en Luxemburgo, José María Rodríguez Coso. A él, por su parte, le relevará la embajadora en Lituania, Nieves Blanco, que es la esposa del embajador ante la UE, Marcos Alonso, un hombre de la máxima confianza de Albares.
Antón se queja de ser “el único” que sale “perjudicado” de los “calculados ajustes” del ministro “sin haber cumplido en el puesto el tiempo mínimo habitual (entre tres y cuatro años)”. “He de confesar, Ministro, que esta maniobra, aparte de torpe, ridícula y mezquina, como se ha reconocido ya públicamente, me incomoda y consterna, no ya porque veo en ella, en lo que a mí respecta, un intento de ensuciar y poner en entredicho mi reputación profesional, labrada a lo largo de cuarenta años de carrera como servidor público, sino sobre todo, porque pone de manifiesto una falta de criterio, que hace pensar que se confunde un principio que asumimos todos los compañeros disciplinadamente, como es el de la discrecionalidad, con la arbitrariedad, con lo que ello conlleva de sembrar la inseguridad y el miedo entre los que tenemos la responsabilidad de defender los intereses de España en el Exterior”, apostilla.
“Acato, como no podría ser de otro modo, la decisión de mi cese inesperado pero siento que implica desaprovechar un capital de contactos, en los diferentes sectores de la vida política, cultural y económica de este país, que he ido acumulando desde mi incorporación”, acaba Antón, que llegó a Bélgica en 2023 y que asegura que se incorporará a los servicios centrales del ministerio.
En el Ministerio de Exteriores no entran en la polémica. “No tenemos comentarios. El Ministerio funciona con los procedimientos habituales”, se limitan a decir las fuentes oficiales. “Intentamos encontrar siempre a las mejores personas para una misión determinada”, dijo el lunes el ministro en un desayuno informativo organizado por Europa Press en el que aseguró que los nombramientos se hacen con “abstracción” de las “ideas políticas”.