Iván Romeo, la esperanza española, logra su primera victoria profesional
Iván Romeo se enrosca en el manillar, el cuerpo doblado de la emoción, los brazos en el casco en imagen de no dar crédito, los abrazos de sus compañeros Pablo Castrillo y Jonathan Cepeda... El comisario trata sin éxito de reclutarlo a la ceremonia del podio, pero Romeo lo retrasa porque quiere disfrutar de su primera victoria como profesional del ciclismo. Solo tiene 21 años y llama a las puertas del futuro. El ciclista de Valladolid ya ha ofrecido muestras del potencial que llega. Es campeón del mundo de contrarreloj en categoría sub 23, la antesala de la élite, donde él se empieza a instalar. Hace 137 días que conquistó este título mundial, que lo lanzó a la pasarela de la fama y le procuró una renovación por el Movistar hasta 2028. Cinco años de trayecto para un corredor diferente. En la Vuelta a la Comunidad, Valencia, tercera etapa que empieza en la devastada Algemesí y concluye en el castillo de Alpuente, Romeo salta en exhalación del pelotón que comanda los últimos kilómetros después de superar el Alto del Remedio, de primera categoría. El pucelano interpreta la sinfonía que mejor conoce, los brazos en escuadra, la cabeza hundida en el manillar, la espalda recta en horizontal al suelo, los síntomas que describen a los grandes contrarrelojistas . Romeo ataca y protagoniza una crono de 16 kilómetros frente a un pelotón de notables, gente potente que lo exige al máximo, Joao Almeida (13 victorias de primer nivel), McNulty (16), O'Connor (líder de media Vuelta a España 2024), Jai Hindley (vencedor del Giro de Italia), Pello Bilbao (etapas en el Tour y en el Giro) o Carlos Rodríguez, otras de las esperanzas españolas. El tren del UAE se pone en marcha, pero el mejor equipo del mundo no es capaz de reducir la ventaja del vallisoletano. La renta queda colgando de los 14 segundos y el equipo de Pogacar tira la toalla cuando no encuentra colaboración. Romeo lo tiene, una cota más de segunda categoría de entrada al pueblo y su castillo y la primera victoria profesional en el maletero. El futuro está aquí.
Iván Romeo se enrosca en el manillar, el cuerpo doblado de la emoción, los brazos en el casco en imagen de no dar crédito, los abrazos de sus compañeros Pablo Castrillo y Jonathan Cepeda... El comisario trata sin éxito de reclutarlo a la ceremonia del podio, pero Romeo lo retrasa porque quiere disfrutar de su primera victoria como profesional del ciclismo. Solo tiene 21 años y llama a las puertas del futuro. El ciclista de Valladolid ya ha ofrecido muestras del potencial que llega. Es campeón del mundo de contrarreloj en categoría sub 23, la antesala de la élite, donde él se empieza a instalar. Hace 137 días que conquistó este título mundial, que lo lanzó a la pasarela de la fama y le procuró una renovación por el Movistar hasta 2028. Cinco años de trayecto para un corredor diferente. En la Vuelta a la Comunidad, Valencia, tercera etapa que empieza en la devastada Algemesí y concluye en el castillo de Alpuente, Romeo salta en exhalación del pelotón que comanda los últimos kilómetros después de superar el Alto del Remedio, de primera categoría. El pucelano interpreta la sinfonía que mejor conoce, los brazos en escuadra, la cabeza hundida en el manillar, la espalda recta en horizontal al suelo, los síntomas que describen a los grandes contrarrelojistas . Romeo ataca y protagoniza una crono de 16 kilómetros frente a un pelotón de notables, gente potente que lo exige al máximo, Joao Almeida (13 victorias de primer nivel), McNulty (16), O'Connor (líder de media Vuelta a España 2024), Jai Hindley (vencedor del Giro de Italia), Pello Bilbao (etapas en el Tour y en el Giro) o Carlos Rodríguez, otras de las esperanzas españolas. El tren del UAE se pone en marcha, pero el mejor equipo del mundo no es capaz de reducir la ventaja del vallisoletano. La renta queda colgando de los 14 segundos y el equipo de Pogacar tira la toalla cuando no encuentra colaboración. Romeo lo tiene, una cota más de segunda categoría de entrada al pueblo y su castillo y la primera victoria profesional en el maletero. El futuro está aquí.
