Las carreteras más peligrosas de España: la Rioja, Catalunya y Aragón concentran la mayor parte
Las vías del noreste del país son las que tienen el porcentaje más elevado de tramos con riesgo alto, según el último informe de la Fundación RACE Cómo cambiarán las normas de tráfico en Europa en 2025 y lo que debes saber La Rioja, Catalunya y Aragón son las comunidades que concentran el mayor número de carreteras con riesgo elevado, según el último informe de Evaluación de Estado de la Red de Carreteras del Estado (RCE) elaborado por Fundación RACE, que analizó 25.742 kilómetros y su relación con los datos de accidentalidad durante 2021 y 2023. Del informe se desprende un dato preocupante: de los tramos analizados, se encontró un riesgo elevado de peligrosidad (medio-alto y alto) en 2.838 kilómetros, lo que supone más de un 9% sobre el total de kilómetros de la red de carreteras analizada. En total, se localizaron de 82 tramos de riesgo elevado, de los cuales 21 son tramos “negros”, consideración que reciben cuando se aprecia un riesgo para los usuarios. De acuerdo con los resultados, también se aprecian 61 tramos considerados “rojos”, calificados de riesgo medio-alto. La carretera con mayor peligrosidad es la N-260 de Catalunya entre los puntos kilométricos 187,7 y 193,84. En ese tramo se considera que hay un riesgo elevado de sufrir un accidente grave. El resto de los tramos negros de alta peligrosidad se encuentran en la N-340 (Comunitat Valenciana); N-6 (Galicia); N-110 (Castilla y León); N-345, que une La Unión con Portmán en la Región de Murcia, N-340 (Catalunya), N-4 (Andalucía), N-323 (Andalucía); N-21, que conecta Alcolea del Pinar y Fraga por Molina de Aragón; y la N-111 (Castilla y León). Más tramos de riesgo en el noreste Los autores del estudio destacan que las carreteras del noreste del país son las que tienen el porcentaje más elevado de tramos con riesgo alto. Encabeza la lista La Rioja (6,8%), seguida de Catalunya (6,2%). La tercera plaza es para Aragón (5,9%). Además, otras dos comunidades superan los valores medios de 2,9% que resultan de esta evaluación: Asturias y Cantabria. Según los datos obtenidos y siguiendo las pautas del Programa Internacional de Evaluación de Carreteras (iRAP, por sus siglas en inglés), los tramos más peligrosos presentan unas características comunes: Carretera convencional. Calzada única. Intersecciones al mismo nivel. IMD por debajo de los 10.000 vehículos al día. En cambio, paradójicamente, las carreteras más seguras fueron aquellas por las que transitan más vehículos. En ellas se producen menos accidentes por cada coche que circula y eso se explica por varios motivos, como que no se invade el sentido contrario, no hay intersecciones al mismo nivel y, al disponer de unos mayores niveles de seguridad pasiva, los accidentes tienen menores consecuencias, destacan desde la Fundación RACE. La siniestralidad no da tregua Entre 2021 y 2023, se produjeron 3.510 accidentes, lo que supone un incremento del 17,5% respecto al periodo anterior, de los cuales 1.133 fueron mortales (982 más). Fallecieron 1.257 personas, 161 más de los que se registraron entre 2020-2022. En cambio, bajaron los considerados como heridos graves: 2.377 frente a los 2.616 de los tres años anteriores.
Las vías del noreste del país son las que tienen el porcentaje más elevado de tramos con riesgo alto, según el último informe de la Fundación RACE
Cómo cambiarán las normas de tráfico en Europa en 2025 y lo que debes saber
La Rioja, Catalunya y Aragón son las comunidades que concentran el mayor número de carreteras con riesgo elevado, según el último informe de Evaluación de Estado de la Red de Carreteras del Estado (RCE) elaborado por Fundación RACE, que analizó 25.742 kilómetros y su relación con los datos de accidentalidad durante 2021 y 2023.
Del informe se desprende un dato preocupante: de los tramos analizados, se encontró un riesgo elevado de peligrosidad (medio-alto y alto) en 2.838 kilómetros, lo que supone más de un 9% sobre el total de kilómetros de la red de carreteras analizada.
En total, se localizaron de 82 tramos de riesgo elevado, de los cuales 21 son tramos “negros”, consideración que reciben cuando se aprecia un riesgo para los usuarios. De acuerdo con los resultados, también se aprecian 61 tramos considerados “rojos”, calificados de riesgo medio-alto.
La carretera con mayor peligrosidad es la N-260 de Catalunya entre los puntos kilométricos 187,7 y 193,84. En ese tramo se considera que hay un riesgo elevado de sufrir un accidente grave. El resto de los tramos negros de alta peligrosidad se encuentran en la N-340 (Comunitat Valenciana); N-6 (Galicia); N-110 (Castilla y León); N-345, que une La Unión con Portmán en la Región de Murcia, N-340 (Catalunya), N-4 (Andalucía), N-323 (Andalucía); N-21, que conecta Alcolea del Pinar y Fraga por Molina de Aragón; y la N-111 (Castilla y León).
Más tramos de riesgo en el noreste
Los autores del estudio destacan que las carreteras del noreste del país son las que tienen el porcentaje más elevado de tramos con riesgo alto. Encabeza la lista La Rioja (6,8%), seguida de Catalunya (6,2%). La tercera plaza es para Aragón (5,9%). Además, otras dos comunidades superan los valores medios de 2,9% que resultan de esta evaluación: Asturias y Cantabria.
Según los datos obtenidos y siguiendo las pautas del Programa Internacional de Evaluación de Carreteras (iRAP, por sus siglas en inglés), los tramos más peligrosos presentan unas características comunes:
- Carretera convencional.
- Calzada única.
- Intersecciones al mismo nivel.
- IMD por debajo de los 10.000 vehículos al día.
En cambio, paradójicamente, las carreteras más seguras fueron aquellas por las que transitan más vehículos. En ellas se producen menos accidentes por cada coche que circula y eso se explica por varios motivos, como que no se invade el sentido contrario, no hay intersecciones al mismo nivel y, al disponer de unos mayores niveles de seguridad pasiva, los accidentes tienen menores consecuencias, destacan desde la Fundación RACE.
La siniestralidad no da tregua
Entre 2021 y 2023, se produjeron 3.510 accidentes, lo que supone un incremento del 17,5% respecto al periodo anterior, de los cuales 1.133 fueron mortales (982 más). Fallecieron 1.257 personas, 161 más de los que se registraron entre 2020-2022. En cambio, bajaron los considerados como heridos graves: 2.377 frente a los 2.616 de los tres años anteriores.