Los negocios del yerno de Trump, Jared Kushner

Kushner ha creado un negocio global en parte gracias a las relaciones que estableció durante el primer mandato del presidente de Estados Unidos.

Feb 7, 2025 - 18:58
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Los negocios del yerno de Trump, Jared Kushner

En el verano de 2021, mientras estaba navegando en yate por el Mediterráneo con su familia, Jared Kushner le pidió a un amigo que le ayudara a concertar una reunión con Edi Rama, el primer ministro de Albania. Durante la cena, Rama estrechó lazos con Kushner y le dijo que la impresionante costa adriática de Albania era a menudo ignorada por los turistas ricos que van a Italia y las islas griegas. "Kushner no habló de inversiones, solo hizo preguntas sobre Albania", recuerda Rama. Los Kushner se fueron al día siguiente.

Cuando volvieron a verse en Davos unos meses después, Kushner le dijo a Rama que le encantaba Albania. Había conocido a Mohamed Alabbar, el multimillonario inversor del Golfo que estaba construyendo un puerto deportivo de lujo en la ciudad albanesa de Durrës y que habían hablado de una posible inversión en el país.

Kushner volvió a ir a Albania en el verano de 2023 con un séquito más amplio que incluía a Richard Grenell, representante para los Balcanes durante el primer mandato de Donald Trump. "Esta vez se quedaron alrededor de una semana, visitaron varios lugares y Kushner afirmó claramente que quería invertir en mi país", señala Rama.

El 30 de diciembre del año pasado, el Gobierno albanés dio su aprobación preliminar para que Kushner desarrollara un complejo turístico de lujo de u$s1400 millones en Sazan, la única isla de Albania en el Mediterráneo. Es una de las inversiones más destacadas hasta la fecha de su empresa de capital riesgo, Affinity Partners, que Kushner creó justo después del final del primer mandato de Trump, principalmente con dinero procedente de Arabia Saudita.

El acuerdo con Albania es un ejemplo del imperio empresarial que Kushner ha creado desde que dejó su puesto como asesor en el primer mandato de Trump, donde fue una figura central en varios asuntos de política exterior, especialmente en Medio Oriente, y considerado por muchos diplomáticos como un eficaz solucionador de problemas.

Antes de entrar en política, Kushner fue promotor inmobiliario en Nueva York. Sin embargo, desde que dejó Washington ha creado una cartera de participaciones empresariales y propiedades inmobiliarias en Europa del Este, el Golfo y Latinoamérica.

Muchos de esos negocios los ha conseguido gracias a los contactos que hizo mientras estaba en el Gobierno y por el alto perfil que le daba el haber sido uno de los asesores de mayor confianza de su suegro. Kushner ha demostrado que es capaz de aprovechar las relaciones personales y la proximidad al poder para realizar grandes inversiones. Por ejemplo, ahora está actuando como intermediario para los inversores del Golfo interesados en invertir en el dinámico sector privado israelí.

Kushner afirma que su modelo de negocio se basa en su capacidad de detectar tendencias antes que los demás. "Cuando apoyé a Trump, la gente de mi círculo pensaba que eso no era popular ni inteligente. Y cuando creí en el potencial de Medio Oriente todo el mundo decía que estaba loco".

Kushner se ha enfrentado a denuncias por posibles conflictos de intereses. Según algunos demócratas, los inversores en el Golfo podrían financiar a Kushner para ganarse el favor de Trump. Y es probable que estas cuestiones aumenten ahora que Trump está de vuelta en la Casa Blanca. Kushner no tiene un cargo oficial en su administración, pero se ha puesto a disposición para asesorar sobre cuestiones concretas, sobre todo la posibilidad de un acercamiento entre Arabia Saudita e Israel, dos países en los que tiene estrechos contactos políticos. Sin embargo, eso le supondría involucrarse en un asunto que afecta al Estado saudí, que es uno de los mayores inversores en Affinity.

"Me preocupa que Kushner obtenga beneficios financieros influyendo en la política de la administración Trump", opina Michael Meltsner, profesor de derecho de la Universidad Northeastern. Pero Kushner insiste en que no tienen conflictos de intereses y que la mayoría de las críticas son políticas partidistas.

La historia de Kushner

Heredero de un imperio inmobiliario neoyorquino, Kushner obtuvo sus primeros beneficios cuando estudiaba en Harvard a principios de la década de 2000: compró pisos por valor de u$s9 millones en un barrio obrero de Boston y luego los vendió por casi el doble cuando la zona se aburguesó.

Pero la prueba de fuego llegó justo antes de la crisis financiera. En 2005 asumió la dirección del negocio inmobiliario familiar cuando su padre, Charles Kushner, fue encarcelado acusado de fraude fiscal, manipulación de testigos y contratar a una prostituta para seducir a su cuñado, que había estado cooperando con las autoridades. Fue indultado por Trump en 2020 y ha sido nominado para ser el próximo embajador de EE.UU. en Francia.

Los Kushner dieron la campanada en 2007 al vender activos de las afueras de Nueva York para financiar la compra de un rascacielos en la Quinta Avenida por u$s1800 millones. Pero el momento de la compra fue malo y el edificio pronto valió menos que su deuda, lo que llevó a años de negociaciones entre los Kushner y los bancos. Mientras tanto, los Kushner invirtieron u$s14.000 millones en negocios inmobiliarios.

En 2011, Kushner vendió el espacio comercial del edificio por u$s1000 millones para reducir su deuda, pero sus dificultades financieras continuaron hasta bien entrada la primera presidencia de Trump. En 2018, el gigante inmobiliario canadiense Brookfield pagó u$s1100 millones por el edificio, lo que permitió a Kushner pagar sus deudas.

En aquel entonces, Kushner era uno de los asesores más influyentes de la Casa Blanca. Mantuvo estrechos lazos con dirigentes de Medio Oriente, como el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman y el jeque Mohamed bin Zayed bin Sultan Al Nahyan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos (EAU). También estuvo al frente de las negociaciones estadounidenses sobre los Acuerdos de Abraham, que condujeron a la normalización de las relaciones de Israel con los EAU y Bahréin. Y aprovechó sus relaciones diplomáticas para hacer negocios.

En enero de 2021 lanzó Affinity para centrarse en sectores como la inteligencia artificial y las energías renovables. El fondo soberano saudí invirtió u$s2000 millones en la empresa, prácticamente toda la inversión externa inicial. El año pasado Kushner consiguió otros u$s 1500 millones de los EAU y Qatar y ahora gestiona u$s4600 millones.

Esta gran cantidad de capital para una pequeña empresa sin apenas historial de inversión permite a Kushner ganar dinero simplemente gestionando los fondos. Affinity cobra una comisión de gestión del 1,25% del capital con la que gana millones de dólares anuales y la mayor parte del efectivo que supera sus gastos de explotación va a parar a Kushner, su propietario mayoritario. Para obtener comisiones más lucrativas, las inversiones de Kushner tendrían que ser más rentables.

Affinity, con sede en Miami, comenzó con unas dos docenas de empleados, entre ellos varios cargos de la primera administración Trump, como Avi Berkowitz, Kevin Hassett y Thomas Storch, así como Luis Videgaray, ex ministro de asuntos exteriores de México. Sin embargo, en la empresa ha experimentado una considerable rotación de personal y algunos de los primeros empleados han regresado a puestos gubernamentales.

Durante su primer año, Affinity realizó tres grandes operaciones: una inversión de u$s200 millones en Mosaic, una empresa de financiación de paneles solares, Dubizzle, una compañía de anuncios clasificados online con sede en los EAU, y Unybrands, un agregador de vendedores dentro de la plataforma de comercio electrónico de Amazon.

Más recientemente ha invertido cientos de millones en QXO, una empresa de inversiones dirigida por el multimillonario Bradley Jacobs. También ha realizado importantes inversiones en dos destacadas empresas israelíes, entre ellas Phoenix Financial, un grupo de seguros de rápido crecimiento que gestiona actualmente más de u$s100.000 millones en activos.

Las primeras operaciones de Affinity aún no han generado grandes beneficios. El crecimiento de Unybrands se ralentizó y no presentó sus cuentas durante dos años, lo que sugiere que tenía dificultades financieras. La quiebra de su mayor rival, Thrasio, planteó dudas sobre su futuro. Pero Affinity afirma que Unybrands tiene un flujo de caja positivo.

Por otra parte, Mosaic Solar se enfrenta al problema de los recortes de las subvenciones a las energías renovables de la nueva administración Trump. La empresa ha invertido más de u$s2000 millones y se ha comprometido a invertir otros u$s1000 millones, pero aún no ha devuelto mucho dinero a los inversores.

Pero no todas sus inversiones han fracasado. La cadena alemana de gimnasios EGYM recaudó recientemente u$s200 millones y fue valorada en más de u$s1000 millones, aproximadamente el doble de su valor inicial. Las valoraciones de mercado de Phoenix y QXO también han aumentado desde la primera inversión de Affinity.

Kushner está ahora en conversaciones sobre acuerdos de inteligencia artificial y data centers que podrían ascender a miles de millones y está negociando un gran acuerdo en México para una empresa de gestión de residuos. Sin embargo, la amenaza de los aranceles podría echar por tierra la operación.

Affinity en el exterior

Tras mantenerse inicialmente al margen del sector inmobiliario, Affinity ha vuelto a él, pero esta vez lejos de Manhattan. El primer acuerdo consistió en el alquiler del solar del antiguo Ministerio de Defensa yugoslavo en Belgrado, que se está derribando para convertirlo en un lujoso complejo hotelero y residencial. El presidente de Serbia, Aleksandr Vucic, declaró el año pasado que estaba encantado con el proyecto: "Atraerá a más inversores y a más gente a Belgrado".

Rama también está muy satisfecho con la inversión en Albania: "Después de que Jared anunciara el acuerdo, los precios de los inmuebles en el cercano complejo turístico de Vlorë aumentaron notablemente. Al centrarse en clientes ricos, el proyecto de Kushner beneficiará a Albania sin causar el daño colateral que conlleva un desarrollo masivo del sector turístico".

Pero Medio Oriente es la zona que puede generar la mayor rentabilidad y a su vez los mayores conflictos de intereses. Kushner considera a bin Salman como un "amigo" y afirma que habla con él regularmente. "Kushner tiene una estrecha relación con el príncipe heredero Mohammed bin Salman y los conocimientos culturales adecuados para operar en la región. Si la administración Trump se toma en serio la normalización de las relaciones entre Arabia Saudita e Israel, sospecho que querrá tener a Jared en el equipo, aunque esté más en un segundo plano", opina Helima Croft, ex analista de la CIA y ahora directora para Medio Oriente de RBC Capital Markets.

Desde su creación, Affinity ha sido vista con recelo en Washington, sobre todo por los demócratas, que consideran que las comisiones anuales millonarias que obtiene de inversores saudíes y emiratíes podrían influir en los asuntos exteriores del país. Y expertos en seguridad nacional consideran que el que Kushner se esté beneficiando de las relaciones creadas durante su presencia en el Gobierno y que sus estrechos lazos con Trump podrían beneficiar a los intereses de países extranjeros en asuntos diplomáticos espinosos.

A pesar de las críticas, Kushner nunca ha sido acusado de hacer algo ilegal. "Tengo un increíble historial de éxitos y excelentes relaciones en Medio Oriente, que es algo que critican los demócratas. Affinity siempre ha actuado dentro de la legalidad", afirma Kushner.