Revisión tarifaria: Edenor y Edesur concentran sus reclamos en la tasa de rentabilidad esperada
El ENRE bajó esa variable de 10,31% a 6,22% para los próximos cinco años y las empresas dicen que está basado en “arbitrariedades” e “inconsistencias groseras”
En 21 días, las dos principales distribuidoras eléctricas del país, Edenor y Edesur, participarán de una audiencia pública para debatir el esquema tarifario y otras regulaciones del servicio eléctrico de los próximos cinco años, en lo que se conoce como la revisión quinquenal integral (RQT). Es un procedimiento que debería hacerse cada cinco años, pero, debido a las intervenciones y declaraciones de emergencia energética, sólo dos veces se implementó y en ambas ocasiones se interrumpió antes de llegar al plazo determinado.
La idea del Gobierno es lanzar la nueva RQT a partir de abril, con mecanismos previsibles acerca de cómo van a calcularse las subas de tarifas y con qué periodicidad, para darle certidumbre a los usuarios y a las empresas que deben planear sus inversiones.
Para la audiencia pública, Edenor y Edesur presentaron una serie de informes donde, a diferencia de otras veces, el foco de la presentación no estuvo puesto en los aumentos de tarifas que requieren, sino en la tasa de rentabilidad esperada en los próximos cinco años. Esto se debe a que, entre febrero de 2024 y enero último, las tarifas de Edenor y Edesur aumentaron 431%, cuando la inflación en el mismo período fue 85%. Es decir, tuvieron un incremento real de 187%. En febrero se les otorgó otra suba de 4%.
La preocupación de las compañías, por lo tanto, se concentró en la resolución 4/2025 del ente regulador de la electricidad (ENRE), que publicó el 7 de enero pasado. El ente aprobó una tasa de rentabilidad sobre activos en términos reales y después de impuestos de 6,22%, que modifica la resolución 553/24 previa del mismo ENRE de agosto pasado, que fijaba una tasa de 10,31%. Esto produjo un desplome del valor de la acción de Edenor, que cotiza en la Bolsa de Nueva York, de 17% en el acumulado del año, que pasó de US$47 a US$39.
Ambas distribuidoras presentaron informes criticando la nueva tasa de rentabilidad esperada y dijeron que el ENRE, cuando le encargó a la consultora Quantum que haga el cálculo, le indicó que tome como referencia una estimación del riesgo país en torno a 500 puntos básicos para los próximos cinco años.
Edenor puntualmente dijo en su informe que presentó ante el ENRE, al cual tuvo acceso LA NACION, que la Secretaría de Energía le envió una nota al ENRE diciéndole que “teniendo en cuenta los cambios en el contexto macroeconómico vigente” desde agosto a la actualidad, “se entiende necesario y oportuno que el ente proceda a realizar un nuevo análisis y, en su caso, un recálculo y redeterminación de la tasa de interés a aplicar a los costos propios de distribución (CPD) de las distribuidoras Edenor y Edesur, en el marco del proceso de Revisión Tarifaria Integral”.
Según Edenor, aparentemente, “fue el ENRE quien decidió fijar la tasa del riesgo país que Quantum debe utilizar en su cómputo del WACC en 500 puntos básicos”. El Weighted Average Cost of Capital (costo medio ponderado de capital) es una métrica financiera que calcula el costo promedio de capital de una empresa.
“La arbitrariedad más notoria de la estimación de Quantum es la utilización de un riesgo país de 500 puntos básicos que fue fijado por el Gobierno nacional. Claramente, este valor no es el que Quantum considera correcto: de haberlo considerado adecuado, habría tratado de justificarlo, pero no lo hizo, algo natural dado que contraría la metodología que utilizó en sus informes anteriores. Hasta donde tenemos conocimiento, los 500 puntos básicos instruidos no fueron obtenidos por medio de ningún tipo de método científico, sino que representan solamente una presunción de la autoridad regulatoria”, cita Edenor de un informe que hicieron por pedido de la distribuidora los economistas Daniel Artana, Sebastián Auguste y Santiago Urbiztondo.
Edenor también señala que en el informe de agosto pasado, que también realizó Quantum a pedido del ENRE, la consultora tomó datos históricos del riesgo país de la Argentina desde 1998 y computó un promedio de 853 puntos básicos.
“La estimación del WACC para Edenor y Edesur que realizó Quantum está basada en arbitrariedades (riesgo país), errores aparentes (costo del endeudamiento) y metodologías equivocadas (la más importante es la que la lleva a exagerar el apalancamiento)”, dijo Edenor.
Edesur, por su parte, directamente dijo que la tasa de rentabilidad real sobre activos propuesta por el ENRE está “saneado de inconsistencia groseras” y que, por lo tanto, la distribuidora realizó sus cálculos tomando como valor una tasa de 12,45% real antes de impuestos para la elaboración del informe, que es un valor casi coincidente con el utilizado por el ENRE en la revisión anterior de 2017.
“Habiendo determinado que en los antecedentes del cálculo se incurre en errores metodológicos significativos, fue decisión de Edesur recurrir la mencionada resolución exigiendo su revisión a la autoridad”, dijo la distribuidora, cuyo principal accionista es la empresa italiana Enel, de buena relación con el Gobierno (hubo al menos tres reuniones públicas con el presidente Javier Milei).
En la resolución mencionada, el ENRE dijo que le había solicitado a la consultora Quantun un nuevo análisis de los parámetros que conforman la tasa de rentabilidad, en particular, revisando la estructura de capital, el riesgo país y el costo de la deuda corporativa. También mencionó que en diciembre de 2024 el riesgo país argentino “experimentó una notable disminución, perforando el piso de los 700 puntos por primera vez en seis años”.
“Una reducción sostenida del riesgo país facilitará el acceso a los mercados internacionales, disminuyendo el costo de capital para las empresas argentinas, reflejándose en un costo promedio ponderado del capital (WACC) más competitivo. Consecuentemente, utilizar un riesgo país de 500 puntos básicos para el cálculo del WACC se justifica en un contexto donde se anticipa una mejora en las condiciones económicas y una mayor confianza de los mercados en la estabilidad financiera del país”, justificó el ENRE.