Escapada rural a Zaragoza: el pueblo donde vivió una heroína de Los Sitios y con un bosque encantado
A tan solo 40 minutos de la capital aragonesa se encuentra el municipio de Bureta, un lugar que pese a no tener mucha extensión de territorio es conocido por un espacio natural lleno de magia y su memoria histórica.
La ciudad Zaragoza cuenta con lugares espectaculares que destacan entre muchos otros de la Península Ibérica. Sin embargo, también acusa de tener algunos municipios amenazados por la despoblación. Aun así, estos pequeños pueblos de España buscan la forma de seguir desarrollándose a través de proyectos que reactiven o bien el emprendimiento o el atractivo turístico. En Aragón son unos cuantos los que siguen este tipo de iniciativas y entre ellos se encuentra Bureta, un pequeño pueblo que pese a su corta extensión destaca por un espacio natural mágico y por su memoria histórica.
Bureta, el lugar de residencia de una heroína histórica
Sin duda, este pequeño pueblo de Zaragoza situada en la comarca de los Campos de Borja destaca por su gran Palacio de los Condes de Bureta. Levantado en el siglo XVIII, el edificio se mantiene de una forma espléndida después de alguna que otra rehabilitación, y es uno de los referentes culturales de Aragón. Este lugar guarda tanta importancia por quien habitó en él, la condesa doña María Consolación Domitila Azlor y Villavicencio, una heroína de Los Sitios de Zaragoza.
Fue aquí donde los reinos de Castilla y Aragón ajustaban las paces allá por 1363. Su memoria es de tal importancia que todavía en el palacio se guarda un archivo de hasta 14.000 documentos, entre ellos, los relativos a la guerra de la Independencia. El palacio se divide en grandes estancias entre las que destacan en la primera planta, la biblioteca, la sala de música y el salón de billar. En la segunda, el Salón Blanco o de los Caballeros, donde cuelgan retratos y obras de arte conforme a la época. Y ya, en la última planta, una galería abierta con impresionantes vistas paisajística desde el Moncayo hasta el Ebro.
Cabe destacar que Bureta es un municipio rodeado de viñedos que está a la orilla del río Huecha. Además, cuenta con otro edifico de interés turístico, su iglesia parroquial de la Santa Cruz, con un estilo del barroco del siglo XVIII.
Un bosque encantado, producto de la imaginación
Nada más visitar Bureta y más allá de sus monumentos históricos, te dan la bienvenida fachadas de los hogares pobladas de pequeñas casitas donde habitan hadas y duendes. Sin embargo, esto solo es la antesala de lo que de verdad da protagonismo a Bureta: su bosque encantado. En la cuesta del Molino, durante un paseo de pinos, se sitúa el Burosque. Este lugar se ha convertido en un lugar mágico, reclamo para devolver el atractivo turístico al pueblo.
En la hilera de estos fuertes troncos empiezan a emanar casitas y escondrijos de seres de cuentos, hecho todo con material reciclado o elementos naturales como piñas, palos de madera, cáscara de nueces, bellotas... El origen de este lugar mágico nace de la inventiva de unos padres que crearon una casita del Ratoncito Pérez para su hija en un olivo de su jardín. A raíz de ahí, un colectivo joven con intención de devolver la vida al pueblo crearon una asociación para impulsar este bosque encantado y otros proyectos. El Burosque es totalmente gratuito y de fácil acceso, lo que le hace ser un lugar perfecto para visitar en familia en una escapada.
Cómo llegar a Bureta
Para llegar a Bureta desde Zaragoza hay que tomar la AP-68 en un trayecto de unos 45 minutos en coche. Mientras que para llegar desde Huesca se tarda casi una hora y media en coche por la A-23 y la AP-68.