Es usual que los relatos sobre Picasso se ordenen en función a sus estancias en distintas localizaciones geográficas. Esta exposición aborda los casi doce meses en los que el malagueño vivió en Royan, en la costa atlántica francesa, a partir de septiembre de 1939, una vez que estalla la Segunda Guerra Mundial y decide alejarse de la amenaza que podía constituir residir en París. Allí viviría y trabajaría acompañado de Dora Maar, su pareja entonces, de Marie-Thérèse Walter y la hija de ambos, Maya, así como de algunos inseparables, como Sabartés, su secretario. El Museo Picasso-Málaga reconstruye el día a día del artista y genera, con la mayor precisión posible, una cartografía artística. Para ello se reúnen por primera vez...
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