No es el caso de hacerle la prueba de alcoholemia a las películas, pero entre los estrenos de esta semana hay dos títulos que ilustran dos maneras antagónicas de contar una historia y que ambas sean eficaces . Está el estreno de 'La red fantasma', de Jonathan Millet, cuyo argumento de espionaje y venganza se desarrolla con suma contención (sobriedad) sin que por ello reste tensión o intriga; y el estreno de 'No hay amor perdido', de Erwan Le Duc, entre la comedia y el drama, incorpora a su relato un frenesí y una locuacidad cercana a la incongruencia (ebriedad) que también le agrega a la historia buenas dosis de ternura y sentimiento. Además de que ambas películas puedan ser...
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