¿Por qué ahorramos? El poder de la capitalización

Ahorrar tiene mala prensa. Y es lógico. El ahorro es un hábito que nos quita la oportunidad de disfrutar del presente, de aprovechar el dinero en el hoy. Nadie quiere resignar lo que quiere y elige hacer o tener. Y a menos que seas de esas personas que disfrutan viendo cómo crecen sus cuentas de banco, el ahorro difícilmente sea tu prioridad porque es un hábito que te obliga a hacer exactamente lo contrario a lo que te gustaría: gastar y disfrutar. No hace falta hablar de un consumo exagerado de las cosas (bien llamado "consumismo"), sino de disfrutar de aquello que tenemos y nos da seguridad y comodidad. Entonces, ¿por qué ahorramos?El tiempo juega a favor del ahorro. Una persona de 35 años que ahorra (e invierte) aproximadamente u$s 280 mensuales accederá al momento de su retiro a una renta de u$s 1000 mensuales de por vida La respuesta es simple: lo hacemos para que en el futuro podamos tener la misma oportunidad (¡y libertad!) de disfrutar de las cosas que nos gustan hoy. Dicho de otra forma: ahorramos hoy para no resignar consumo mañana. Con el paso del tiempo, las posibilidades de generar ingresos superiores -o, incluso, extras- van desapareciendo. Además, existe una certeza del 100% de que a determinada edad vas a dejar de generar ingresos, ya sea porque no te contratan o porque ya no tenés ganas de que lo hagan. A partir de ese día -que siempre vemos lejos, pero indefectiblemente llega- el ingreso corriente disminuye a la mitad, mientras que tus preferencias por el consumo se mantienen iguales o se reducen, pero marginalmente.Ahorramos para que en el futuro podamos tener la misma oportunidad (¡y libertad!) de disfrutar de las cosas que nos gustan hoy. Dicho de otra forma: ahorramos hoy para no resignar consumo mañana La simple cuenta de ingresos menos egresos ya no te da, y ahí es cuando no te queda otra que resignar consumo. En otras palabras: sacrificar bienestar. Y, de esa forma, casi todo lo que estabas acostumbrado a disfrutar desaparece de un día para otro. Resumiendo, aunque ahorrar puede parecer un sacrificio en el corto plazo, con un enfoque de mediano y largo término adquiere un poder imbatible porque aporta seguridad financiera para mantener el estilo de vida logrado con esfuerzo. El tiempo juega a favor del ahorro. Por ejemplo: una persona de 35 años que ahorra (e invierte) aproximadamente u$s 280 mensuales accederá al momento de su retiro a una renta de u$s 1000 mensuales de por vida. El poder de la capitalización y del interés compuesto hacen su trabajo para que, llegado el momento, accedamos a ese ingreso mensual que nos permita seguir disfrutando de eso que hoy queremos y tenemos. Para eso ahorramos.

Feb 8, 2025 - 02:38
 0
¿Por qué ahorramos? El poder de la capitalización

Ahorrar tiene mala prensa. Y es lógico. El ahorro es un hábito que nos quita la oportunidad de disfrutar del presente, de aprovechar el dinero en el hoy. Nadie quiere resignar lo que quiere y elige hacer o tener. Y a menos que seas de esas personas que disfrutan viendo cómo crecen sus cuentas de banco, el ahorro difícilmente sea tu prioridad porque es un hábito que te obliga a hacer exactamente lo contrario a lo que te gustaría: gastar y disfrutar.

No hace falta hablar de un consumo exagerado de las cosas (bien llamado "consumismo"), sino de disfrutar de aquello que tenemos y nos da seguridad y comodidad. Entonces, ¿por qué ahorramos?

El tiempo juega a favor del ahorro. Una persona de 35 años que ahorra (e invierte) aproximadamente u$s 280 mensuales accederá al momento de su retiro a una renta de u$s 1000 mensuales de por vida

La respuesta es simple: lo hacemos para que en el futuro podamos tener la misma oportunidad (¡y libertad!) de disfrutar de las cosas que nos gustan hoy. Dicho de otra forma: ahorramos hoy para no resignar consumo mañana.

Con el paso del tiempo, las posibilidades de generar ingresos superiores -o, incluso, extras- van desapareciendo. Además, existe una certeza del 100% de que a determinada edad vas a dejar de generar ingresos, ya sea porque no te contratan o porque ya no tenés ganas de que lo hagan. A partir de ese día -que siempre vemos lejos, pero indefectiblemente llega- el ingreso corriente disminuye a la mitad, mientras que tus preferencias por el consumo se mantienen iguales o se reducen, pero marginalmente.

Ahorramos para que en el futuro podamos tener la misma oportunidad (¡y libertad!) de disfrutar de las cosas que nos gustan hoy. Dicho de otra forma: ahorramos hoy para no resignar consumo mañana

La simple cuenta de ingresos menos egresos ya no te da, y ahí es cuando no te queda otra que resignar consumo. En otras palabras: sacrificar bienestar. Y, de esa forma, casi todo lo que estabas acostumbrado a disfrutar desaparece de un día para otro.

Resumiendo, aunque ahorrar puede parecer un sacrificio en el corto plazo, con un enfoque de mediano y largo término adquiere un poder imbatible porque aporta seguridad financiera para mantener el estilo de vida logrado con esfuerzo.

El tiempo juega a favor del ahorro. Por ejemplo: una persona de 35 años que ahorra (e invierte) aproximadamente u$s 280 mensuales accederá al momento de su retiro a una renta de u$s 1000 mensuales de por vida.

El poder de la capitalización y del interés compuesto hacen su trabajo para que, llegado el momento, accedamos a ese ingreso mensual que nos permita seguir disfrutando de eso que hoy queremos y tenemos.

Para eso ahorramos.