Por qué algunas personas son adictas a mentir según la psicología
No se trata de mentiras piadosas para no herir al prójimo, algo que todos hemos podido hacer en un momento dado, sino de un impulso incontrolable de disfrazar la verdad sin un objetivo concreto. ¿El nombre de la patología? Mitomanía.
Los derroteros de la mentira son insondables, y hay múltiples razones por las que las personas podemos mentir. En la mayoría de los casos, según los psicólogos, mentimos para evitar hacer daño al otro, y es lo que se denomina 'mentira piadosa'. Más allá, la mentira puede ocultar una infidelidad, luego hay una razón, es instrumental… Pero existe la mentira compulsiva sin un objetivo claro, que en realidad oculta problemas de personalidad importantes, y necesita tratamiento.
Cuando la mentira se convierte en una necesidad que surge porque sí, un impulso irrefrenable para crear en torno nuestro una imagen distorsionada e idílica, cuando mentimos sin una razón que 'lo justifique', este impulso se convierte en adicción. Es entonces cuando podemos hablar de un trastorno psicológico denominado 'mitomanía', que puede tener consecuencias importantes en la vida de quien la padece.
¿Qué es exactamente la mitomanía y por qué aparece?
Según los expertos en psicología, esta variante de la mentira, que surge de manera recurrente y crea una realidad paralela ficticia, que la distorsiona sin una premeditación, puede ocultar problemas serios de baja autoestima.
En ocasiones, la persona que miente por norma necesita, sin saberlo, la aprobación social, busca encajar en el grupo, y al creerse insuficiente inventa un personaje, narra historias ficticias y distorsiona la realidad, hasta el punto de llegar a creerse sus propias mentiras. En realidad es una llamada de atención, y parapetarse en esa situación les hace sentir seguros.
El término mitomanía procede del griego 'mythos' (mito, relato) y 'manía' (compulsión, locura). De ahí el origen compulsivo e incontrolable de este trastorno que va avanzando en frecuencia, intensidad de las historias inventadas… hasta que se desmonta su mundo idílico.
¿Cuáles son las causas de la necesidad de mentir?
Aunque la psicología no tiene identificada una única causa para el desarrollo de la mitomanía en la personalidad de algunas personas, puesto que su origen es multifactorial, la principal se centra en problemas de autoestima, asociados con depresión y ansiedad. Cuando estas personas se inventan historias, en realidad están intentando protegerse de una vida que no les encaja.
Esta necesidad de escapar puede estar alimentada por una infancia disfuncional, un hogar desestructurado, traumas no resueltos… y la mentira surge como un mecanismo de defensa a tanto dolor. En realidad, los mitómanos están buscando ser aceptados, sentirse importantes y escuchados, aunque lo habitual es que su castillo de naipes acabe cayendo, y provocando el efecto contrario: el rechazo.
La terapia que podría ayudar a revertir este trastorno
Los psicólogos se centran en las terapias cognitivo-conductuales para intentar encontrar la causa que lleva al paciente a mentir, para poder reconducir los patrones de pensamiento que le han llevado a ese extremo. Se trata de reconstruir la confianza en sí mismos, con ayuda de familia y amigos, para recuperar su lugar en la sociedad tal como son, sin mentiras.
Este tipo de trabajo psicológico lo que hace es reeducar al paciente para que encuentre herramientas con las que manejar sus emociones y su inseguridad, su baja autoestima en muchos casos, para poder enfrentarse a las dificultades con la verdad, sin disfrazarla y sin esconderse detrás de la mentira.
Referencias
Charles C. Dike, MAdelon Baranoski, Ezra E.H. Griffith. 'Pathological lying revisited'. Estudio publicado en National Library of Medicina. Consultado online en https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/16186198/ el 5 de enero de 2025.
T. Ferrero Álvarez, L. Pérez Ramírez. 'Pseudología fantástica o mitomanía'. FEA Psiquiatría. Complejo Hospitalario Universitario A Coruña. Consultado online https://psiquiatria.com/trabajos/usr_578358504.pdf el 5 de enero de 2025.