Las generaciones más jóvenes acceden menos a viviendas en propiedad y acumulan casi la mitad de riqueza que las nacidas en los 60

El 81% vivía en una casa comprada a los 42 años; hoy la proporción es del 67%, según el Banco de España.

Feb 6, 2025 - 08:00
 0
Las generaciones más jóvenes acceden menos a viviendas en propiedad y acumulan casi la mitad de riqueza que las nacidas en los 60

Las generaciones jóvenes son cada vez más pobres, lo que se evidencia en el hecho de que tienen menor capacidad para acceder a una vivienda en propiedad y, al mismo tiempo, acumulan menos riqueza. Estas son las conclusiones que se desprenden de un estudio publicado este miércoles por el Banco de España a partir de la Encuesta Financiera de las Familias, un análisis en el que la institución presidida por José Luis Escrivá hace un repaso por los 20 años que lleva elaborándose esta publicación y apunta a un cambio en la tenencia de vivienda.

Comprar un piso está cada vez al alcance de menos personas. Según los datos del Banco de España, el 81% de los nacidos entre 1945 y 1965 contaban con una vivienda en propiedad a los 42 años. Es la denominada generación del baby boom —que hoy tiene entre 60 y 80 años—, para la que adquirir una casa era un paso habitual incluso antes de llegar a la cuarentena. Actualmente son los nacidos entre 1975 y 1985 los que rondan esa edad, entre los cuales el 67% tiene una casa en propiedad. La proporción ha caído 14 puntos en 20 años y la tendencia se mantiene a la baja. "Esta reducción de la vivienda en propiedad parece estar intensificándose para los nacidos después de 1985, que hoy tienen menos de cuarenta años", apunta el análisis.

Adquirir un piso requiere hoy en día un esfuerzo mayor que hace dos décadas. Cuando los baby boomers rondaban la cuarentena —es decir, entre 1987 y 2007—, el precio de una vivienda equivalía de media a unos cinco años de sueldo íntegro, según los datos del Banco de España. Actualmente, hacen falta más de siete años de salario completo para comprar una vivienda. No obstante, es cierto que los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria no fueron homogéneos. A medida que el ladrillo cogía ritmo, los precios se dispararon. De este modo, pasaron de necesitarse poco más de tres años y medio de salario para comprar una vivienda a finales de la década de 1980 a necesitarse nueve años y medio en 2007, aunque con unas condiciones de financiación por aquel entonces mucho más laxas que las actuales.

Más allá del cambio en el régimen de tenencia, el menor acceso a la vivienda en propiedad va aparejado a una menor acumulación de riqueza en las generaciones más jóvenes. Según el análisis de la Encuesta Financiera de las Familias, los nacidos en torno a 1960 tenían en su haber a los 45 años algo más de 200.000 euros —sumando todo el patrimonio y descontando las deudas—. Dos décadas después esa cuantía se ha reducido a casi la mitad. La riqueza neta de la generación nacida en torno a 1980 ronda actualmente los 107.031 euros por persona.

El análisis del Banco de España compara también cómo ha variado a lo largo del tiempo la concentración de la riqueza en varios países europeos. En el caso de España, el capital neto acumulado en manos del 5% de los hogares más ricos ha aumentado algo más de siete puntos porcentuales desde 2011 hasta acopiar este grupo de población en torno al 40% de la riqueza neta total. El aumento de la concentración del capital en las familias más ricas ha sido ligeramente inferior al experimentado en Italia, que partía de un nivel de concentración más bajo en 2011 y superó a España en 2021 como el país con mayor proporción de riqueza en manos de los hogares más ricos entre la quincena de Estados analizados.

En cambio, en las otras dos grandes economías europeas, la concentración de riqueza en las familias más pudientes se ha reducido en la última década. En Alemania han pasado de aglutinar más del 45% de la riqueza neta total de los hogares a situarse en un nivel cercano al de España e Italia, mientras que en Francia el descenso ha sido mínimo, manteniendo el 5% de las familias más ricas el 35% del capital total.